
El emblemático Edificio España, ubicado en el centro de Madrid, vuelve a ser objeto de polémica. La cadena hotelera Riu negocia vender el área comercial del inmueble a la firma de capital riesgo Corpfin, tras romper su contrato de venta de este activo con Grupo Baraka, con el que llegó a un acuerdo de venta de este activo en la operación de compra del edificio.
Ayer mismo el anterior propietario del Edificio España, Trinitario Casanova (presidente de Baraka), presentaba una demanda ante los juzgados de Madrid contra el actual dueño, la cadena Riu Hoteles. El empresario acusa a la empresa mallorquina de negarse a escriturar 15.000 metros cuadrados comerciales del edificio, supuestamente, ya comprometidos a favor de una de las sociedades de Casanova, Baraka Renta.
En junio del pasado año, el Grupo Casanova vendió la sociedad propietaria del edificio a la cadena hotelera, y según apunta la compañía "firmaron ambas partes un documento por el que Baraka Renta pasaría a ser propietaria de la zona comercial una vez que se avanzara en la construcción del edificio y se realizaran la declaración de obra nueva y la escritura de división horizontal independiente".
Desde Riu desmienten tajantemente al empresario y aseguran que Baraka no tiene ningún contrato de derecho a compra o a escriturar la zona comercial del Edificio España sino que en el momento de compra del inmueble firmó "un contrato de mandato, no representativo, de venta para la búsqueda de inversores de la zona comercial, que no ha cumplido", a pesar de los reiterados requerimientos por parte de la cadena.
Según explica la hotelera "este acuerdo simplemente daba un periodo para que Baraka buscara inversores para adquirir 15.000 metros cuadrados de zona comercial a cambio de la correspondiente comisión". Ante el fracaso de Casanova, que en su momento aseguró que el dueño de las Galerías Lafayette estaba interesado en este espacio, Riu ha resuelto ese contrato por incumplimiento y ha iniciado de forma directa un proceso de venta para el área comercial con la firma de capital riesgo Corpfin.
Paralización de las obras
El enfrentamiento entre Baraka y Riu podría afectar el desarrollo de las obra y por tanto a la apertura del hotel, que está prevista para el verano de 2019, ya que además de presentar la denuncia, el holding de Casanova ha asegurado en su comunicado que solicitará la paralización de las obras de reformas. Así, apunta que lo hace "tras comprobar que no se están realizando conforme al proyecto pactado y a los informes correspondientes".
Por su parte, Riu asegura que se defenderá ante las instancias oportunas y la cadena advierte de que "se reserva expresamente poder ejercer cualquier acción en reclamación de daños y perjuicios en todo lo que afecte a la pretensión de paralización de la obra y a la reputación de la empresa".
De momento, el Ayuntamiento de Madrid no ha recibido ninguna notificación sobre este asunto, pero la paralización de las obras podría suponer un duro golpe para el proyecto de Riu, que volverá a dar vida al rascacielos de 117 metros de altura que preside la madrileña plaza de España y que lleva unos doce años cerrado. Este nuevo revés se sumaría a una lista de infortunios que han ido afectando al inmueble desde que el Santander lo comprara a Metrovacesa en 2005. La entidad estudió su rehabilitación para convertir el edificio en pisos y también analizó la posibilidad de recuperar el emblemático hotel Plaza. Si bien, en 2007 se pararon las obras y no fue hasta 2014 cuando logró venderlo al grupo chino Dalian Wanda por 265 millones de euros.
Sin embargo, el proyecto del magnate Wang Jianlin no logró convencer a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que no aprobó la demolición total del edificio para después levantar una replica con materiales nuevos. Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el consistorio, el grupo chino decidió vender el inmueble al Grupo Baraka, que tan solo unas horas después se lo traspasó a Riu.