
El sindicato IAC y el colectivo de repartidores de Glovo en Barcelona han presentado hoy ante Inspección de Trabajo una denuncia contra la compañía de reparto a domicilio por considerar que son falsos autónomos, por lo que piden que se reconozca el carácter laboral de su relación contractual.
La denuncia de los trabajadores de Glovo se produce dos semanas después de que Inspección de Trabajo impusiera a la otra gran empresa del sector, Deliveroo, el pago de 1,3 millones de euros en concepto de cuotas dejadas de abonar a la Seguridad Social por sus repartidores y les obligara a darlos de alta en el régimen general.
Los trabajadores de Glovo que han acudido a Inspección de Trabajo con el asesoramiento del bufete jurídico Colectivo Ronda son repartidores de comida a domicilio, al igual que los de Deliveroo.
Este colectivo asegura que su relación debe considerarse laboral y no mercantil, como la que tienen ahora, ya que la multinacional impone "de forma absoluta" las condiciones de prestación del servicio y determina aspectos substanciales como los horarios y los períodos de descanso.
Aseguran, por ejemplo, que la empresa rechaza cualquier intervención de los trabajadores en la configuración del servicio, como debería ser en el caso de la relación mercantil que se establece con los trabajadores autónomos.
Según el abogado del Colectivo Ronda Natxo Parra, responsable de la denuncia presentada, los llamados 'riders' se han convertido en "la verdadera punta de lanza en la lucha contra la instrumentalización de la figura del trabajador autónomo como mecanismos de precarización general de las condiciones laborales".