
La mitad de los tripulantes de cabina (TCP o azafatas) de Ryanair ha convocado la primera huelga paneuropea de la historia de la aviación. Unos 4.500 empleados de la compañía de bajo coste están llamados a secundar los paros de 24 horas que tendrán lugar en cuatro países de forma simultánea a finales de julio.
En concreto, Bélgica, España y Portugal irán a la huelga el 25 y 26 de julio durante 48 horas mientras que los TCP de las bases de Italia solo podrán parar el 25 debido a legislación local. Así, las movilizaciones, que amenazan con dejar en tierra a unos 2.000 vuelos, afectarán a 32 bases de la firma (el 38 por ciento del total) y a la operación de 220 aviones, poco menos de la mitad de toda la flota, que realizan entre 4 y 8 vuelos.
Fuentes sindicales calculan que los paros lastrarán directamente la mitad de la operativa de Ryanair, que realiza más de 2.200 vuelos diarios en la temporada alta. Solo en España, que es el segundo mercado de la low cost por número de pasajeros, los paros afectarán a unos 155.000 viajeros al día. Todos ellos tendría derecho a reclamar una compensación de unos 400 euros en función de si su vuelo se cancela o sufre grandes retrasos.
Las distintas leyes y procesos burocráticos han hecho imposible que Alemania y Holanda se sumen a las protestas en las mismas fechas desde el principio, pero fuentes sindicales no descartan que la plantilla del país germano "anuncie próximamente paros" esos mismo días.
Los representantes de los tripulantes denuncian que llevan seis meses negociando sin éxito con Ryanair para que reconozca a los sindicatos como interlocutores válidos y acepte mejoras laborales. Así, tras la reunión celebrada en Dublín y Bruselas, los sindicatos de los cuatro países han presentado una serie de reclamaciones que esperan que la low cost asuma inmediatamente para desconvocar los paros. Algo complicado ya que son los tres puntos en los que las conversaciones han encallado en los últimos meses.
En concreto, exigen que Ryanair aplique la legislación nacional imperativa a los contratos de empleo en todos los países europeos; iniciar negociaciones con los representantes nombrados por las sindicatos, sin imponer ninguna restricción y que aplique los mismos términos y condiciones a toda la tripulación de cabina de Ryanair, incluidos Workforce, Crewlink y cualquier otra compañía futura de terceros.
La ley irlandesa es más perjudicial ya que, por ejemplo, las bajas por paternidad no están remuneradas y las de maternidad son más cortas, el derecho a huelga está muy limitado al estar sujeto a ciertas condiciones y poder ser anulado por un juez.
En este punto, desde USO denuncian "las penosas condiciones laborales" que actualmente soportan los empleados de la aerolínea de bajo coste. "Un 75 por ciento de la plantilla está contratada a través de empresas de trabajo temporal, sujeta a la legislación irlandesa, sin salario base y cobrando únicamente por las horas de vuelo", explican. Por su parte, Ryanair, que ya ha mejorado algunas condiciones laborales, asegura que las reclamaciones "no tienen sentido"