Vivenio, la socimi de alquiler de pisos creada por Renta Corporación y el fondo de pensiones holandés APG, acaba de cerrar su mayor operación con la adquisición de ocho edificios residenciales en Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca por 172 millones de euros, según señalan fuentes conocedoras de la compraventa. Se trata de más de 600 viviendas y 17 locales comerciales en régimen de alquiler que cuentan con un grado de ocupación medio del 92 por ciento.
En concreto, Vivenio se ha hecho con tres edificios en Barcelona: uno en San Cugat del Vallés, compuesto por 228 viviendas; y otros dos en Barberá del Vallés y San Adriá del Besós que totalizan 230 pisos y 13 locales comerciales. Mientras, en Madrid ha adquirido un edificio de 68 viviendas y en Palma uno de 80.
Esta compra se produce después de que la pasada primavera APG y Renta Corporación acordaran inyectar 253 millones a la socimi. El fondo holandés aportó 250 millones y la empresa española tres millones. Esta cantidad se sumó a los 130 millones comprometidos inicialmente.
Tras la adquisición de los activos del Sabadell, Vivenio ha culminado la compra de inmuebles con más de 1.800 viviendas. La inversión total se aproxima a los 400 millones, con lo que ya habría utilizado todos fondos obtenidos hasta la fecha. En marzo pasado, la socimi anunció la compra de tres edificios en Madrid -dos de ellos situados en Vallecas y otro en Aravaca- por 76 millones. En junio informó de la adquisición de tres complejos residenciales en Móstoles (Madrid), en Barcelona y en Valencia por 31 millones.
Renta Corporación, en alianza con APG, creó Vivenio en 2017 para ampliar sus líneas de negocio sumando la adquisición y posterior gestión patrimonial de inmuebles. Con ello, la sociedad buscaba entrar en el mercado del alquiler residencial, lo que le garantiza unos ingresos recurrentes.
Salida a bolsa en 2019
El objetivo de Vivenio es adquirir por valor de 1.500 millones inmuebles ubicados principalmente en Madrid y Barcelona (hasta 40 kilómetros de estas ciudades), así como en las principales capitales de provincia, como Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Palma de Mallorca. Los activos han de ser de de reciente construcción o refroma integral y uso residencial, con un volumen mínimo de 40 pisos y una inversion de al menos 10 millones. La rentabilidad neta anual mínima buscada ha de situarse entre el 3,5 por ciento y el 6 por ciento. Renta Corporación y APG prevén que Vivenio salga a cotizar en 2019.
Banco Sabadell, por su parte, avanza con esta operación en su estrategia de desinvertir en inmobiliario y en activos improductivos. Sobre estos últimos, la entidad tiene a la venta una cartera de créditos fallidos y adjudicados por 10.800 millones de euros que se dividen en cuatro lotes. El pasado viernes se conoció que traspasaría a Axactor uno de ellos, bautizado como Proyecto Galerna, por 900 millones. Le restarían, por tanto, unos 9.900 millones. La entidad que preside Josep Oliú busca así sanear su balance para aflorar la rentabilidad del negocio bancario, en línea con lo que están haciendo la mayoría de los grandes bancos españolas.