
El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha resaltado hoy que su organismo ha desarticulado en los últimos cinco años 30 cárteles que repercutían directamente sobre el consumidor, con un ahorro de más de 800 millones de euros.
Ensu intervención en un foro organizado por los diarios "La Provincia" y "La Opinión de Tenerife", Marín Quemada ha destacado que en ese período "se han desarmado cárteles con la práctica más nociva y dañina para los mercados", como son "los acuerdos colusorios de reparto de mercado, el monopolio y la imposibilidad de que entren nuevos actores y los sobrecostes".
Estos, los sobrecostes, ha continuado, "tienen una influencia directa sobre consumidores", que obligan a pagar a los usuarios en el caso del sector del automóvil e, incluso, a la Seguridad Social en el caso de los pañales para adultos "un precio un 30% superior por una docena de años".
Las sanciones que se imponen, ha indicado, "han superado los 1.000 millones de euros", que han sido refrendadas en ocho de cada diez casos por el Tribunal Supremo" y luego "se pagan al Tesoro Público".
Y los costes ahorrados para los consumidores, "aplicado las bases de cálculo conservadoras", según ha subrayado, "han sido de más de 800 millones de euros al año".
Para Marín Quemada, cuando hay un cartel o una actuación irregular en un mercado "son las clases desfavorecidas y los pequeños empresarios los que pagan las consecuencias, más caras y antes que el resto".
Además, "la agencia también ejerce la promoción de competencia para evitar que se produzca la sanción y la práctica indebida en el mercado", ya que esta falta de responsabilidad ética por parte de algunas empresas "se separa medio milímetro de la corrupción".
Marín Quemada ha defendido que "los mercados no se ajustan automáticamente por sí solos" y, por eso, "las instituciones como la CNMC y sus homólogas en Europa juegan un papel relevante", ya que aunque son los gobiernos los que "deben regular en condiciones adecuadas y generar supervisión sobre los mercados, no lo hacen bien".
A su juicio, este papel "es muy difícil y por eso se requieren contrapesos" como las agencias de competencia, que sirven "para reorientar esa regulación ineficiente o excesiva", porque "la regulación excesiva estorba a las empresas y en la toma de decisiones".
Como ejemplo de regulación excesiva, Marin Quemada ha recordado "la regulación para apartamentos turísticos en Canarias" -el decreto de 2015 todavía vigente-, que "contaba con un exceso normativo que llevamos a los tribunales y ganamos", ahora "irá al Supremo y veremos lo que pasa".
Ha considerado que "si no hay crecimiento de PIB es muy difícil que una sociedad vaya adelante" y, para ello, "hay que generar renta y crecimiento", lo que se ha producido en España en los últimos años y que "ahora han provocado incertidumbre porque han desaparecido los vientos de cola que lo han impulsado".
A su juicio, "la política monetaria se vuelve más dura" con una repercusión importante "en los gastos de financiación de las empresas", ya que "el precio de la energía y la electricidad, el sector de las energías renovables o el petróleo, suben".
Esta situación de incertidumbre "pone en valor la importancia de unas instituciones sólidas, solventes, rigurosas y transparentes", ha señalado, porque "la seguridad jurídica es imprescindible para el bienestar económico y de un país", que puede vivir "sin gobierno, pero no sin instituciones".