
Técnicas Reunidas es optimista con el futuro próximo tras unos años en los que el sector del petróleo y el gas se ha visto seriamente golpeado. Aunque no da por cerradas las dificultades, la compañía que preside José Lladó considera que el ajuste en sus resultados ha quedado atrás y logrará a final de año mejorar sensiblemente su beneficio con respecto a la evolución de los últimos trimestres.
La ingeniería española sostiene esta positiva perspectiva en que ya ha superado los retrasos en sus proyectos adjudicados, de forma que todos están en marcha. Ante este escenario, la compañía atisba poder mejorar o al menos mantener el dividendo en el horizonte 2018-2019, después de la bajada acometida este ejercicio.
Juan Lladó, vicepresidente de Técnicas Reunidas, defendió ayer en la junta de accionistas el trabajo y compromiso de la empresa para ofrecer "unos resultados y unos dividendos que esperamos que puedan mejorar a finales de 2018 y para 2019".
En 2017, el grupo generó un beneficio neto de 59 millones de euros, frente a los 128 millones del año anterior. En el primer trimestre, las ganancias se limitaron a 300.000 euros, en un contexto en el que la depreciación del dólar y los retrasos en los contratos adjudicados el año pasado le pasaron factura. La multinacional española ha enfrentado "la crisis más profunda que nuestro sector haya vivido", advirtió Lladó, quien incidió en que en comparación con sus competidores europeos y asiáticos el golpe para Técnicas Reunidas ha sido similar o inferior.
"Todos los contratos que estaban adjudicados están en vigor y se han iniciado [...] Tenemos marca, producto y futuro".
No obstante, Técnicas Reunidas ha conseguido poner en marcha todos esos contratos que habían sufrido atrasos por cuestiones ajenas a la empresa, como los de la expansión de la refinería de Sitra, en Bahréin, cuya firma se realizó en febrero, o la construcción de la refinería de Duqm, en Omán, cuyos trabajos se iniciaron a principios de junio. A ellos se suman las recientes adjudicaciones de las tres plantas de compresión de gas en Arabia Saudí y la reconstrucción de una refinería en Bakú (Azerbaiyán).
"Todos los contratos que estaban adjudicados están en vigor y se han iniciado", subrayó ayer Juan Lladó. Entre 2017 y los primeros meses de 2018, Técnicas Reunidas suma proyectos por unos 5.800 millones. En este importe se incluyen los tres FEED adjudicados este curso en Jordania, Rusia y el Sudeste asiático, que pueden servir de "antesala" para convertirse en el futuro en contratos llave en mano. "Tenemos marca, producto y futuro", remarcó el ejecutivo, quien ya observa "clarísimos signos de recuperación", aunque todavía no definitivos.
Sobre los proyectos cancelados, prevé recuperar a finales de 2018 o principios de 2019 el contrato ganado en 2016 para una refinería de Pemex en Minatitlán (México).