Empresas y finanzas

Renault quiere seguir en Irán, pero depende de concesiones de EEUU al embargo

Renault quiere mantenerse en Irán, donde está presente desde hace muchos años, pero ante la situación "excepcional" del embargo que le ha impuesto Estados Unidos va a preservar sus propios intereses y está evaluando el margen que tiene si Washington acepta concesiones.

El presidente del grupo automovilístico francés, Carlos Ghosn, señaló que se está examinando "lo que es posible hacer, las medidas de excepción que Estados Unidos podría acordar", en una entrevista publicada hoy por "Le Figaro".

"Queremos mantener la relación de largo plazo que tenemos con Irán, queremos seguir trabajando en ese mercado. Pero en esta situación excepcional, debemos preservar los intereses de Renault", indicó Ghosn, que añadió que la evaluación la están haciendo bajo el consejo de las autoridades francesas.

El responsable ejecutivo de Renault y de la alianza con Nissan y con Mitsubishi indicó que una fusión de los tres es "una solución entre todas las que hay que examinar" para hacer perenne a largo plazo esa relación.

Aunque no la rechaza de entrada, tampoco la considera una evidencia porque no es una garantía automática de que la alianza perdurará en el tiempo y "se puede incluso probar lo contrario" como lo muestran fracasos de fusiones que vivieron en el pasado empresas del sector como Daimler y la propia Mitsubishi.

Ghosn, que hoy debe ser renovado al frente de Renault en la junta de accionistas que se celebra esta tarde en París, reiteró que cree que Thierry Bolloré es el candidato idóneo para sucederle, y por eso propuso su nombramiento como director general adjunto, que se formalizó en febrero.

Puntualizó que la decisión la tomará el consejo, "que será soberano" y que su función es que "este proceso de sucesión se haga con orden", "con serenidad" y "con la certeza de que es el buen momento". Un momento que aseguró que ya tiene en la cabeza, pero que no hizo público.

El presidente de Renault subrayó que con la inversión anunciada ayer de más de 1.000 millones de euros de aquí a 2022 en Francia para los vehículos eléctricos, ese país será la base para el grupo del desarrollo de esa tecnología.

Aunque reconoció que en 2008 había sobreestimado la velocidad a la que se iba a adoptar el coche eléctrico, ahora -y como otras empresas de la competencia- han subestimado el ritmo al que se expande y tienen dificultades para responder a la demanda.

En paralelo a ese tirón del vehículo eléctrico, en este momento planean "dividir por dos" la oferta de motores diésel de aquí a 2022, aunque esa previsión se ajusta de forma permanente "según la evolución del mercado".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky