Starbucks, la cadena de cafeterías más grande del mundo, podría estar canibalizando su propio negocio. En los últimos tres años, la de Seattle ha abierto alrededor de 2.000 nuevos establecimientos en Estados Unidos elevando su cuenta total hasta cerca de 14.300 localizaciones. De esta forma, como señala The Wall Street Journal, ya hay más Starbucks que McDonald´s a este lado del Atlántico, donde la cadena de hamburgueserías contaba el año pasado con un total de 14.027 establecimientos.
Con este impresionante número de cafeterías en EEUU, Starbucks mantiene una ventaja considerable sobre sus rivales nacionales directos, incluido Dunkin Donuts (más de 9.200 puntos de distribución), Caribou Coffee y Peet's Coffee (estas dos últimas cadenas, cuentan con un centenar de ubicaciones, y son propiedad de Joh. A. Benckiser Group). Tampoco debemos olvidar a McDonald´s y su énfasis en McCafe.
"Starbucks enfrenta un riesgo económico, legal y político asociado con sus esfuerzos de expansión" reconoce R.J. Hottovy, analistas de Morningstar. Desde su punto de vista, la empresa asume múltiples riesgos de ejecución, como el lanzamiento de sus tiendas Roastery y Reserve; la expansión de las plataformas K-Cup / Nespresso a través de su colaboración con Nestlé; el desarrollo de las marcas Teavana, Princi, La Boulange y Evolution Fresh; así como el avance de sus tecnologías de pedidos, entregas y pago a través del móvil.
Como señala el WSJ, durante más de seis años, Starbucks ha registrado un crecimiento trimestral en sus mismas tiendas del 5% o más dentro del mercado estadounidense, pero en 2016 comenzó a no cumplir con los objetivos de ventas proyectados por los distintos analistas. A fines del año pasado, redujo sus objetivos de ventas y beneficios a largo plazo y, en abril, Starbucks informó que el tráfico hacia sus establecimientos se mantuvo plano en su segundo trimestre fiscal. En dicho periodo, las ventas en sus mismas tiendas aumentaron sólo un 2% en el trimestre.
Según muchos analistas, otras cadenas similares, véase McDonald´s, también experimentaron una caída similar en el crecimiento de sus ventas en las mismas tiendas después de abrir demasiados establecimientos nuevos. En el caso del rey de la comida rápida, el desembarco de su nuevo capitán en 2015, Steve Easterbrook, frenó la expansión de nuevos restaurantes a este lado del Atlántico, lo que se tradujo en un aumento en los locales ya abiertos.
Esta semana conocimos como Howard Schultz, hasta ahora presidente ejecutivo de Starbucks, dejará la compañía a finales de junio después de haber traspasado el día a día de la gestión de la compañía al actual consejero delegado, Kevin Johnson, en abril del año pasado. Johnson posee una amplia experiencia dentro de la tecnología de consumo tras haber militado en Juniper Networks y Microsoft y también ha demostrado conocer bien las prioridades estratégicas de Starbucks.
El consejero delegado de Starbucks señaló durante la junta de accionistas celebrada en marzo que la compañía había abierto más de 10.000 tiendas nuevas en todo el mundo en los últimos cinco años. El pasado mes de abril, la compañía mantuvo sin cambios su meta de abrir 2.300 nuevos establecimientos a nivel global durante el año fiscal en curso.
En lo que llevamos de año, las acciones de Starbucks, cuya capitalización de mercado asciende hasta los 78.800 millones de dólares, acumulan una rentabilidad relativamente plana. Desde el anuncio de la salida definitiva de Schultz, sus títulos han subido una media del 0,5%. En su segundo trimestre fiscal, la compañía registró ventas por valor de 6.400 millones de dólares. La media de los analistas que cubren a Starbucks sitúan el precio de sus títulos en los 65 dólares por acción en los próximos 12 meses, lo que implica una rentabilidad aproximada del 13% desde los niveles actuales a los que cotiza la empresa.