
En 1886 Otto von Bismarck estableció las bases del seguro social universal para una población con una esperanza de vida de unos 50 años. En poco más de un siglo y medio el número de personas que viven en Europa ha crecido de forma exponencial y la esperanza de vida casi roza los 80 años, lo que hace que el gasto sanitario crezca más deprisa que la economía y ponga en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.
El incremento exponencial del coste en salud en una sociedad que cada vez vive más tiempo preocupa a la industria sanitaria que, en una jornada sobre nuevas tecnologías organizada por el elEconomista con el patrocinio del Grupo Oesía y HPE, defendió la importancia del uso de los datos y la tecnología para adaptar los procesos a nuevos tiempos y reducir el gasto en Sanidad. "La parte más importante del uso del dato es que nos permite tener la enfermedad controlada y predecible para poder trabajar mejor, reducir consultas y el coste sanitario, que al final es lo que se necesita para asegurar la sontenibilidad del mismo", aseguró José Luis Guallar, director Médico de Sanofi.
Así, los expertos de sector coincidieron en destacar la importancia que tiene la información o el Big Data en el mundo actual, que, además de estar en el centro de la economía mundial, obliga a cambiar los procesos y sistemas "propios del siglo pasado" para adaptarse a las nuevas tecnologías y asegurar la viabilidad de sistema, tal y como defendió el director de Administraciones Públicas en Grupo Oesía, durante la jornada Tendencias tecnológicas que nos cambiarán la vida organizada ayer por elEconomista.
Tecnología, el mejor aliado
"La tecnología es el mejor aliado para poder garantizar la sostenibilidad en el tiempo de nuestro sistema sanitario y como puede ayudar a empoderar al paciente con soluciones destinadas a salvaguardar la calidad en sus datos, con inteligencia artificial para ayudar a gestionar mejor su salud tomando las decisiones médicas más adecuadas sin limitaciones de tiempo o distancia", explican en este sentido desde la compañía centrada en la innovación Oesía.
Y es que, el análisis de los datos a los que actualmente se tiene acceso gracias a los teléfonos y relojes inteligentes son un pilar básico para ahondar en la prevención, empezar a "tratar pacientes sanos" y promover una población con "un rol más activo y participativo en su propia salud" y, para ello, es imprescindible que el paciente tenga libre acceso a su historial clínico, explicó Adolfo Fernández-Valmayor, director general de Transformación de Quirónsalud. "No tiene sentido que no pueda ver su historia clínica en diferentes hospitales y más todavía entendiendo que el dato es suyo, que la historia es del paciente. Para mí, hay tres grandes retos: la prevención, el uso de los datos y la innovación, que tiene que centrarse en los servicios", aseguró el directivo de Quirónsalud. Así, si el paciente tiene acceso a sus datos puede evitar que se le realicen procedimientos por duplicado o que se le receten medicamentos incompatibles, lo que generaría ahorros.
No en vano, uno de los grandes males de los que adolece la Sanidad es "la desestructuración de los datos". Y no es un problema tecnológico, ya que ésta está disponible. "El problema es el uso de esa tecnología. Hay que cambiar los procesos. La metodología que se sigue es la misma que se realizaba a principios de siglo", destactó Ángel Lanuza, coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria de la patronal de la tecnología sanitaria Fenin.
El Grupo Oesía comparó la situación que se vive actualmente en la recopilación de datos en Sanidad con la que viven las grandes compañías de Internet. "Vamos a tener en Sanidad la misma información sobre las personas que tienen actualmente Amazon o Google. La oportunidad que tiene la Sanidad es que puede usar esa información para realizar prevención, lo que sería un auténtico avance para la sociedad", apuntó Marivain. "Ya podemos predecir con los datos si alguien va a poder sufrir una enfermedad", dijo.
En la multinacional farmacéutica francesa Sanofi tienen claro que con los datos de salud de los que se dispone actualmente la forma de realizar los ensayos clínicos tiene que cambiar. De hecho, el director médico de Sanofi en España resaltó que la filial española ya ha puesto en marcha 19 proyectos en distintas enfermedades para conocer qué elementos de la vida diaria influyen en la eficacia de los medicamentos. "La industria farmacéutica tiene que aprovechar que dos de cada tres móviles están midiendo la actividad diaria de las personas. Por lo tanto, ya podemos saber por qué un fármaco funciona en una persona y no en otra", aseguró Guallar. Esta medición de datos en salud "beneficia a los pacientes, porque incrementan la posibilidad de obtener tratamientos más dirigidos; a los profesionales sanitarios, porque aumentan el conocimiento del impacto de los tratamientos; a la Administración Pública, porque facilitan el análisis de los costes de los tratamientos; y a la industria farmacéutica, porque reduce el tiempo para el acceso de los pacientes a los medicamentos".
Cambiar el rol de los médicos
Además de la prevención y el necesario conocimiento genético y de los hábitos de los pacientes, los algoritmos y el Big Data cambiarán la forma de trabajar del personal sanitario, que cada vez se apoyará más en la tecnología. "El papel del médico tiene que cambiar ya que hay muchas cosas que hoy, apoyándose en la tecnología, le van a permitir reducir una carga importante de su trabajo y centrarse en la atención al paciente. Hay determinadas especialidades médicas que tienen que replantearse la forma de trabajar y apostar por la tecnologías, como es el diagnóstico por imagen", explicó el director general de Transformación de Quirónsalud.
En este punto, algunos expertos llegaron a señalar que las máquinas pueden llegar a realizar un primer filtro de los pacientes y ordenarlos por gravedad, lo que reduciría también la carga de trabajo. "Queremos es asentar las bases para no empeorar y tenemos los medios. Lo que decimos no es que haya que sustituir a los médicos por las máquinas si no le ayuden a discriminar entre lo importante y lo que no lo es. Si se hace esa discriminación, el médico se podrá dedicar más a los casos previamente clasificados de importantes", apuntó Julio Lorca, director de desarrollo de Salud Digital de DKV.
Acabar con los atascos
El Big Data también está en la base de la nueva movilidad de las ciudades. Un debate que también tuvo lugar durante la jornada de elEconomista en la que participaron representantes de Ferrovial, Globalia, mytaxi, Ford, HPE y Metro de Madrid. "Los datos son la actual fiebre del oro. Están en el centro de todo y son el pilar del cambio de la sociedad", aseguró el director de Innovación de HPE, Galo Montes. El coche autónomo, el compartido y las plataformas de taxis o VTC necesitan de la información que cada día generan las ciudades para optimizar sus desplazamientos, reducir el tiempo de los mismos y mitigar la contaminación. Un movimiento que va encaminado a facilitar el uso colectivo del transporte para reducir el vehículo privado, que ahora supone el 50% de los desplazamientos.
Por ejemplo, Ferrovial ha apostado por nuevos modelos de movilidad en la ciudad con el lanzamiento de Zity, un coche compartido eléctrico, y su inclusión en el mundo de las bicicletas. A su vez, utiliza el análisis de datos para establecer las rutas más eficientes para los camiones de recogida de basura. "Estamos trabajando en la incorporación de tecnologías como el IOT, la conducción autónoma o las aplicaciones para hacer eficientes nuestras propias operaciones en materia de flota, tanto en gestión de residuos como en rutas en aeropuertos o en autopistas", explicó Rafael Fernández, director de Innovación de Ferrovial. En este punto, Sandra Sancho, directora de marketing de mytaxi aseguró que el Big Data y su plataforma va más allá de poner en contacto a clientes y taxista, ya que lo que permite es "comprar tiempo y experiencias".
En Ford ven esta tendencia de reducir el tráfico como una oportunidad. "Estamos viendo cómo las tendencias en las ciudades, la preocupación por la sostenibilidad, la transformación tecnológica, la conectividad o la autonomía van a marcar pautas de futuro y Ford está liderando ese cambio y quiere seguir siendo el líder promocionando servicios de movilidad de futuro", dijo Fernando Acebrón, director de asuntos gubernamentales de Ford. Por su parte, Jose Carlos Díaz Lacaci, director de transformación de Globalia, aseguró que la tecnología debe soportar todo el entramado de la atención al cliente y facilitar a la empresa solucionar a sus pasajeros sus problemas en tiempo real . "La tecnología es un medio para conseguir algo. Lo que tenemos que hacer es volver a lo básico. La propuesta de Globalia es situar al cliente en el centro, enriquecer su experiencia y a partir de ahí diferenciarnos".