
El secretario general de UGT del sector financiero, Roberto Tornamira, se muestra contrario a aplicar un impuesto especial a la banca para pagar las pensiones y defiende el control horario en el sector.
¿Cuándo cree que se puede terminar la concentración bancaria y los recortes de empleo en el sector?
La concentración no es nueva y seguirá hasta que los estados pongan freno. Desde UGT defendemos un polo de banca pública, partir de Bankia y el ICO. Sería una fórmula a estudiar para que se diera cobertura a la necesidad de servicios bancarios a millones de personas que se les ha dejado sin sucursal. El Estado tiene que decir mucho sobre esta problemática.
¿Cuál sería el coste de contar con una banca pública, al margen de no recuperar las ayudas a Bankia?
Supone un coste, pero también un negocio. Y, además, también existe el coste social. El Estado puede ejercer una banca que no entre en competencia con la banca privada actual, en un momento en que ésta está girando hacia un perfil muy inversor y no de banca tradicional. Creo que al cliente tradicional se le está maltratando por las entidades, porque se le achicharra con comisiones y cada vez se le da menos servicios porque se le traslada a los cajeros. Aquí hay un nicho que podría gestionarlo el Estado con una posición en un banco que no tiene porqué ser 100% público. En Bankia el Estado tiene un 61%.
¿Las oficinas multimarca serían una fórmula para evitar los casos de exclusión financiera en los pueblos?
La AEB ha lanzado esta idea ante la presión que hay desde distintos ámbitos por la exclusión financiera que empieza a haber. Es bien intencionado, pero las entidades no lo han acogido con mucha algarabía. Podría ser una solución alternativa a que sea el Estado quien gestione un banco público o semipúblico. En una última instancia nos gustaría que se generara empleo por esta vía y se estaría resolviendo un problema social.
¿El resultado del rescate ha sido positivo, a su juicio?
Desde el punto de vista del empleo no, ha sido horrible. Se han destruido casi 90.000 trabajadores. Desde el punto de vista social tampoco, por la situación de exclusión financiera que se está sufriendo en la mitad de los municipios. Por qué hay que aceptar que las zonas rurales no tengan servicios como salas de cine, apeaderos de tren o sucursales. No podemos aldeanizar el país. Por tanto, también ha sido horrible. Sólo ha beneficiado a las grandes entidades, que están absorbiendo otras de forma barata, por un euro, y se están convirtiendo en un oligopolio peligroso, que debiera preocupar a los políticos.
¿Cree que hay falta de competencia en España en la banca?
Las entidades a lo mejor no coinciden en los precios, pero sí en los criterios. Todas las entidades estén expulsando a los clientes a los cajeros y a sus web; es un criterio de sector. Pero por qué un cliente tiene que asumir riesgos de sacar efectivo en la calle, en la fachada de un edificio. El oligopolio se está conformando, porque no ha parado el proceso de concentración.
¿Está de acuerdo con la propuesta de imponer un impuesto especial a la banca para que se puedan pagar las pensiones?
Los impuestos no son finalistas. Es evidente que el problema de las pensiones es de ingresos, no de gastos, sobre todo en la última década, y se tiene que solucionar con tributación. Creo que hay que gravar los ingresos de las empresas que están dando incrementos de beneficios espectaculares, de dos dígitos, no sólo de los bancos. No es que estemos en desacuerdo en gravar solo a la banca, el problema es que ese impacto redundaría en los clientes y en los trabajadores, vía aumento de comisiones y reducción de costes salariales a la plantilla. Porqué a la banca sí y a la venta de automóviles o de otros productos no.
En un estudio reciente de UGT se indicaba que los empleados de banca trabajan sin cobrar más de 14 millones de horas extra. ¿Cuántos empleos supone?
Los tasamos en 14.000 empleos a jornada completa. Es dramático que se esté trabajando gratis. Aquí se regalan horas a las empresas y nadie dice esta boca es mía.
UGT ha peleado el control horario. ¿La banca está tomando medidas?
Estamos con la proposición de ley del PSOE la registró el pasado verano y ahora está en tramitación parlamentaria en fase de enmiendas. Creemos que en el control horario no hay problemas técnicos. Trabajar horas sin cotizar es un delito y alguien debería perseguirlo. Lo que no se puede es mirar pasivamente desde las instituciones.