
Gabriel Barceló Oliver, fundador de una de las mayores cadenas hoteleras de nuestro país, a la que da nombre, cumplió ayer 90 años. El empresario, que empezó con tan solo 11 años a implicarse en el negocio familiar, fue capaz de transformar, junto a su hermano Sebastián, una pequeña empresa local de transporte en un gigante turístico, que a día de hoy suma 243 establecimientos con 53.000 habitaciones en 21 países a lo largo de todo el mundo.
Gabriel Barceló, que inició su carrera como agente de viajes con apenas 20 años, se ha convertido en un gran referente en el mundo turístico por su iniciativa y su capacidad de innovación, dando forma a lo largo de su carrera a casi un centenar de empresas, la mayoría dedicadas a la actividad turística.
Cuando cumplió los 65 años decidió que era el momento adecuado para jubilarse y traspasar la responsabilidad de las empresas a la siguiente generación, a la que Gabriel considera responsable de haber convertido el grupo en un coloso a nivel global. En su modestia, cree que ha sido importante haber tenido la capacidad y la voluntad de no interferir tras su marcha, aunque reconoce que de vez en cuando no se ha podido resistir a mandarle alguna nota con consejos a su hijo, Simón Pedro Barceló, actualmente al frente de la compañía.
El fundador del grupo destaca así la personalidad de su hijo, que a pesar de sus consejos, siempre ha tenido la capacidad de tomar sus propias decisiones y llevar por buen camino a la compañía, junto a su primo Simón.
Aprendizaje continuo
El empresario asegura que la clave del éxito del grupo familiar, desde un principio, se basa en el aprendizaje continuo. De hecho, la familia se metió tanto en el negocio de viajes como en el de los hoteles "sin saber nada del tema". A pesar de ello, el empresario siempre supo diversificar su negocio de forma inteligente y fue capaz de tomar la que considera la mejor iniciativa del grupo: dar el salto al Caribe cuando llegaron las crisis del petróleo en 1973 y 1979.
Nacido el 24 de mayo de 1928 en Es Carritxó, un pequeño pueblo de Mallorca, la cuna del turismo, Gabriel Barceló fundó también la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares, creó la Confederación Empresarial de Baleares (Caeb) y se encargó de sacar a flote entidades que estaban a punto de desaparecer, como el Club Náutico de Palma y el Real Mallorca, entre otros. Tras su jubilación ha dedicado casi todo su tiempo a la Fundación Barceló, que según explicó el mismo "no está ligada a la empresa, sino a la familia", se centra en la salud, la educación y el autodesarrollo económico.
Gabriel Barceló, que en 1970 se formó con el Programa de Desarrollo para la Alta Dirección de Empresa en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (Iese), no solo ha dedicado su vida al grupo familiar, también fue durante una etapa camarero, agente de viajes y destacó como futbolista, su otra pasión.
Aunque ya está desvinculado del grupo turístico, Gabriel tiene una cosa muy clara sobre la empresa: "Lo más importante es que sigua siendo familiar".