
Las compañías de servicios de consultoría tecnológica y de ciberseguridad se han convertido en los últimos meses en los principales beneficiarios de la inminente aplicación del nuevo reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD), fijada para el próximo 25 de mayo. Esta nueva normativa pretende proteger a los ciudadanos comunitarios ante todo lo relacionado con la gestión de los datos personales y la libre circulación en los Estados miembros de la UE.
Una vez que la RGPD se encuentra a la vuelta de la esquina, infinidad de compañías tomarán conciencia de sus numerosas carencias y limitaciones técnicas para asumir las nuevas exigencias comunitarias. De hecho, cada sector empresarial acarrea sus particularidades, "lo que ha disparado la demanda de consultores y servicios profesionales específicos", según explican fuentes del mercado, que estiman incrementos en la contratación de expertos en la materia que duplican las de cualquier otro año comparable.
Entre las debilidades de muchas organizaciones sobresale lo relacionado con la seguridad del departamento de atención al cliente, negociado que en adelante puede resultar vulnerable bajo los criterios de la nueva normativa.
Ricardo Barrasa, presidente de la Asociación de Auditores y el Control de los Sistemas de Información, señala tres nuevos perfiles profesionales especialmente demandados en los próximos meses: el auditor informático, el gestor de ciberseguridad y el responsable de Riesgo y controles de Tecnologías de la Información. "Son especialidades muy demandadas que van a generar muchos nuevos puestos de trabajo", explica Barrasa.
El mismo experto señala que las empresas deberán incrementar la sensibilidad hacia la privacidad de los datos, lo que requiere disponer de personal con esta capacidad, con la designación de un Delegado de Protección de Datos (DPD o DPO en inglés), considerada una figura laboral de obligatorio cumplimiento para la Administración Pública y para las grandes compañías. Para el resto de las empresas, esta figura tendrá un carácter opcional.
El email se pone a dieta
El correo electrónico de los españoles reducirá su actividad a partir del próximo viernes de manera prodigiosa gracias a la aplicación del RGPD. A grandes rasgos, las empresas que pretendan mantener el contacto con sus actuales destinatarios de sus correos electrónicos o noticias vía RSSS Feed deberán recibir de cada uno de sus destinatarios un documento de actualización de los datos que incluya el nombre y apellido, el correo electrónico y los temas de interés que desea mantener con la empresa, así como el tipo de contenidos y la correspondiente aceptación a la política de privacidad de cada empresa. Siempre se precisará el consentimiento tácito del interesado.
Las multas que amenazan a los infractores de la GDPR resultan intimidadoras para todas las empresas: hasta 20 millones de euros o el 4% de la facturación de la empresa.