
El avión mueve ya más pasajeros dentro de la Península Ibérica que el autobús. La guerra de precios entre aerolíneas, la sobreoferta de rutas y plazas y la incipiente recuperación económica han impulsado el tráfico de viajeros por aire en detrimento del transporte colectivo por carretera, que, tras acumular varios meses a la baja, ha perdido el segundo puesto del ránking como el medio favorito para recorrer largas distancias en la España peninsular.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los dos primeros meses del año 2,33 millones de personas eligieron el avión para moverse entre las distintas ciudades españolas (excluyendo las islas), lo que supone un 14,4% más que en el mismo periodo del año pasado. Mientras, el autobús apenas transportó 2,14 millones de pasajeros en sus líneas de largo radio (más de 300 kilómetros), un 5% menos, en un momento de récord de tráfico de viajeros nacionales.
Así, en enero y febrero de 2017 el autobús interurbano de larga distancia llevó 220.000 pasajeros más que el avión dentro de la Península, una distancia que se ha ido reduciendo a lo largo del año y que ha terminado por coronar al aéreo como el segundo medio de transporte favorito. Por su parte, el tren se mantiene como la primera opción aunque ha desacelerado su crecimiento: en enero y febrero de 2018 el AVE y los convoyes convencionales de larga distancia transportaron 2,95 millones de viajeros, un 5,4% más.
En total, el transporte de viajeros en distancias superiores a 300 kilómetros, es decir, un Madrid-Sevilla, Barcelona-Bilbao o Madrid-Barcelona, que es la distancia en la que compiten directamente los tres medios, ha crecido el 4,8% (ver gráfico).
Competencia del tren
Pese a que el autobús arrancó el año 2017 con muy buen pie, a partir del verano empezó a ver como el crecimiento se desaceleraba ante la fuertes ofertas lanzadas por el AVE y las aerolíneas. No en vano, Renfe puso a la venta decenas de miles de billetes a 25 euros en el marco de la celebración de su 25 Aniversario del AVE, lo que dificulta al autobús competir en precios.
Según el INE, el tráfico de las compañías de autobús se fue desacelerando rápidamente en la recta final del año y en apenas cinco meses (entre octubre y febrero) fue superado por el avión, que transportó 375.000 viajeros más que el bus, que el resto del año iba por delante. Respecto al tren, la situación se repite. En 2016, el AVE y la larga distancia de Renfe transportaron 15,73 millones de pasajeros más que el autobús mientras que en 2017 la diferencia entre un medio y otro fue de 16,45 millones.
"Una parte de estas bajadas es culpa de la fuerte competencia y su capacidad para bajar precios y aumentar oferta. El avión te afecta en algunas rutas, pero Renfe con esas ofertas que hace de repente con 25.000 billetes a 25 euros te destroza. Eso te hace polvo. Las ofertas de Renfe tienen mucho impacto en el sector del autobús, ya que con esos precios se meten directamente en nuestro mercado", aseguró Rafael Barbadillo, presidente de Cofebus, en un encuentro con este diario.
En este punto, y siempre según los datos del INE, en el primer semestre de 2017 el autobús creció un 4,4% mientras que en la segunda mitad del año apena subió el 0,6% tras registrar una caída del 3,6% en el cuarto trimestre.
Una tendencia que no parece haber remontado en los últimos meses. Y es que, según explica Barbadillo, no se están cumpliendo las expectativas y, pese al récord de pasajeros, "la Semana Santa no fue buena para todas las empresas" y "mal tiempo en el puente de mayo dejó un sabor agridulce".
Las compañías de autobuses se quejan de que tienen las manos atadas para mover los precios en función de la demanda y lanzar ofertas, lo que les dificulta competir con el avión y el tren, que tienen plena libertad. No en vano, las rutas interurbanas estatales (las que atraviesan distintas comunidades autónomas) son concesiones del Gobierno y, al operar las compañías en monopolio tienen restricciones.
La subida del precio del petróleo puede dar una vuelta a la situación y devolver el segundo puesto del ranking al autobús ya que los mayores costes operativos se pueden traducir en un descenso de la oferta por parte de las compañías aéreas y un aumento de los billetes haciendo que volar sea más caro y salga del nicho de mercado de los autocares.