
Andrés Iniesta aún no tiene decidido su futuro. El mediocampista manchego, todavía en las filas del FC Barcelona, dejará el Camp Nou este verano, pero el destino es, por ahora, una incógnita. Todo apunta que será el Chonggquing chino, con el que ya ha cerrado un acuerdo verbal al que le falta la firma. En caso de que el manchego estampe su rúbrica con este conjunto propiedad de Jiang Lizhang (el dueño del Granada) pasaría a cobrar 27 millones de euros netos por temporada durante tres campañas (lo que le convertiría en el tercer futbolista mejor pagado del planeta) a los que unir los jugosos beneficios que aportarían a su bodega, cuantificados en 36 millones de euros al año.
El diario El Mundo ha desvelado este jueves que una empresa china involucrada en el fichaje de Iniesta se ha comprometido a comprar seis millones de botellas al año a Bodegas Iniesta al precio de seis euros la botella, lo que supondrían los ingresos antes citados de 36 millones de euros por año para una empresa que, a día de hoy, no está preparada para afrontar semejante producción.
Perteneciente a la denominación de origen Manchuela, las bodegas Iniesta (fundadas por el padre de Andrés y actualmente cercana a la producción anual de un millón de litros al año) necesitarían cambiar su modelo para poder afrontar semejante demanda procedente de tierras asiáticas.
Las alternativas serían o bien desarrollar e instalar unas nuevas infraestructuras que permitan a las bodegas Iniesta producir el doble del vino del actual o bien subcontratar parte de la producción a las grandes cooperativas que ya operan en la zona. No se descarta que Iniesta tenga que optar por la combinación de ambas vías, lo que le garantizaría satisfacer la demanda y el acuerdo firmado (cuando lo haga) con los chinos.
Este pacto supondría un gigantesco impulso para el negocio familiar en el que Iniesta, por ahora, está más implicado como inversor que como líder. Ese rol lo ocupaJosé Antonio Iniesta (su padre) y otros integrantes del clan Iniesta.
Bodegas Iniesta posee 200 hectareas y su negocio, inicialmente encaminado más a atraer al seguidor blaugrana y a servir de sustento para sus padres y familiares, se ha ido profesionalizando. Ha ido, en definitiva, mejorando el producto hasta hacerse un precioso hueco en el sector y atraer las buenas críticas de los especialistas, que ven ya en Bodegas Iniesta algo más que una simpática iniciativa tras la que se esconde uno de los mejores jugadores del planeta.
Un salario de Balón de Oro
Mientras Iniesta le da vueltas a la cabeza, mientras decide si firma o no firma este acuerdo para marcharse al Chongquing, las cifras que se desvelan hoy han sacudido al barcelonismo y, en general, al star-system del fútbol mundial que vería cómo el internacional español de 34 años se colaría entre los mejores pagados del planeta. Tendría, en definitiva, un sueldo que lo ubicaría al nivel de un Balón de Oro, ése que mereció en 2010, pero que no ganó. Messi se lo arrebató.
A los 27 millones de euros netos por temporada (más que Cristiano, pero menos que Neymar o Messi) habría que sumar el beneficio que generaría para sus bodegas el pacto de las seis millones de botellas y, además, la explotación de sus derechos de imagen, que estarían compartidos al 50% con el Chonggquing.
Argumentos salariales más que suficientes para que Iniesta se anime a dar el salto a China aunque su pálpito personal y profesional le inviten a dudar por lo disruptivo que sería para su familia desplazarse a tierras asiáticas y por lo que pueda suponer para su intacta competitividad jugar en una liga muy menor pese a su capacidad económica.