
Uber recibió ayer un nuevo varapalo judicial en Europa. Tal y como se esperaba, la Corte de Justicia de la UE se puso del lado de Francia al concluir que no violó el derecho comunitario al cerrar el servicio de UberPop en su territorio y al multar a la firma con 800.000 euros. El Tribunal indica que "los Estados miembros pueden prohibir y sancionar penalmente el ejercicio ilegal de una actividad de transporte como UberPop sin tener que notificar previamente a la Comisión el proyecto de ley que tipifica como delito dicho ejercicio".
La disputa entre París y la plataforma era más bien sobre el procedimiento que sobre el fondo. Porque, como recuerda la Corte de Luxemburgo, la principal controversia en torno a Uber (si es una compañía de transporte o una firma tecnológica) ya quedó aclarada el pasado diciembre. Entonces, el Tribunal ya falló que la startup operaba en el sector de transportes, por lo que tenía que someterse a una regulación más estricta.
Pero todavía existía otro caso remitido a Luxemburgo por un juez de Lille (Francia), quien preguntaba a los togados de la UE si Francia estaba obligada a comunicar a la CE la nueva ley que introdujo en 2014, en base a la cual cerraron UberPop y le impusieron la multa.
La normativa comunitaria obliga a informar a Bruselas sobre proyectos de ley que afectan a los servicios digitales, por las consecuencias que puede tener para el conjunto del mercado común. Uber argumentaba que, dado que se consideraba como una herramienta digital, Francia debería haber comunicado la nueva ley a la Comisión. Como París no lo hizo, la prohibición y la multa no eran válidas.
Tras quedar catalogada como una compañía de transportes con la sentencia de diciembre, la Corte concluyó ayer que el Gobierno francés no tenía necesidad de notificar la nueva norma a la Comisión.
Una portavoz de la empresa californiana minimizó ayer el impacto de la nueva decisión e indicó que no afectaría a los servicios que ofrece en Europa. Recordó que afecta a UberPop, que operaba con conductores privados sin licencia de chófer. Este servicio dejó de funcionar en Francia en 2015. "Como nuestro nuevo presidente ejecutivo ha dicho, es apropiado regular servicios como Uber, así que continuaremos el diálogo con ciudades en toda Europa".
La llegada de Dara Khosrowshahi a la dirección de Uber, en sustitución del fundador Travis Kalanick, puso fin a una etapa en la que la firma ganó cuota de mercado con velocidad. Pero lo hizo a base de granjearse numerosos enemigos entre autoridades locales y colectivos de taxistas en todo el mundo.
En España, la sentencia era esperada ya que respeta el principio de subsidiariedad de la UE. "Dado que Uber es una empresa de transportes, y se requiere licencia para transportar, es lógico que los Estados miembros no tengan que comunicar a la Comisión, ya que el transporte de hasta nueve viajeros no es competencia de la UE, como tampoco lo es el taxi", comentaron desde Fedetaxi.