
El consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás, ha explicado hoy que la compañía analizará la posibilidad de participar en la relicitación de las autopistas de peaje en quiebra cuando conozca en detalle las condiciones del concurso.
Durante la Junta de Accionistas del grupo, Meirás ha indicado que, de momento, no hay una decisión tomada, pero que la empresa analizará si representan una posibilidad de negocio. Ferrovial contaba con participaciones mayoritarias en dos de las autopistas quebradas, la R-4 y la AP-36, cuya gestión ya ha revertido al Estado.
En respuesta a un accionista, Meirás ha señalado que el impacto de la quiebra de estas dos autopistas en las cuentas de la compañía en 2017 ha sido "cero" porque la inversión ya se había provisionado al cien por cien.
La gestión de cinco de las autopistas quebradas ha revertido ya al Estado, en concreto a la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente del Ministerio de Fomento.
Las últimas, desde el 1 de abril, han sido la AP-7 Cartagena-Vera y la AP-7 Circunvalación de Alicante, que se suman a la R-4, la R-2 y la AP-36. Fomento tiene previsto relicitar y adjudicar las nueve autopistas quebradas durante el presente ejercicio agrupadas en dos lotes.