Difícilmente uno puede imaginar que una fábrica de tableros de madera pueda convertirse en un ejemplo en España en Industria 4.0 y en un modelo a replicar en el resto de las factorías que su propietario tiene repartidas por todo el mundo. Eso es lo que ocurre con la factoría que Sonae Arauco tiene en Valladolid, auténtica avanzadilla en nuestro país de la digitalización y del Big Data.
El éxito del modelo 4.0 "made in Valladolid" ha sido tal que Sonae Arauco lo ha "exportado" ya a sus plantas de Alemania y Portugal y hará lo mismo en las otras 9 que tiene.
Tras diez años sufriendo de lleno los efectos de la crisis inmobiliaria en su negocio de tableros de madera para puertas y muebles, la planta que dirige Alberto Castrillo decidió apostar por la innovación tecnológica para estar presente "en el mercado con garantías". De la mano del ingeniero Ángel García Bombín, la fábrica emprendió una transformación digital que ha sido merecedora de varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Innovación de Telefónica, y que la ha colocado en punta de lanza de la cuarta revolución industrial.
Desde su sala de control, se controla en tiempo real todo el proceso de fabricación, de manera que se puede conocer cualquier desviación y corregir los problemas. Con la fabricación y el mantenimiento predictivos no sólo puede ahorrar materia prima sino adelantarse a las posibles averías. La conexión entre maquinas, datos y personas es tal que desde un smartwatch se controla simultáneamente la actividad de las fábricas de Valladolid, Alemania y Portugal.
La portuguesa Sonae, dedicada a la fabricación de tableros, se hizo con la antigua fábrica de Tafisa de Valladolid en 1993. Su fusión en 2016 con la chilena Arauco, un gigante forestal, conformó el actual grupo de producción de componentes para la industria de la madera.
La planta de Valladolid emplea a 151 trabajadores y el pasado año facturó 50 millones de euros "en un ejercicio en el que hemos conseguido recuperar el mercado de muebles y puertas", dice su director. En Castilla y León, de donde obtienen los 470.000 metros cúbicos de madera de pino y chopo que utilizan cada año, la compañía dispone además de un centro de reciclado en Cantalejo y un aserradero en Cuéllar. En toda la región suman 224 empleados, además de un millar de trabajos indirectos que genera la actividad forestal.
Impresión digital
Este año la compañía destinará 2,1 millones de euros a inversiones en la planta de Valladolid, fundamentalmente a la renovación de maquinaria con la última tecnología. Pero la fábrica vallisoletana diseña un ambicioso plan de inversión a cuatro o cinco años que prevé una desembolso de 9 millones para la incorporación de la impresión digital en sus tableros. El objetivo es ampliar las actividades de mayor valor añadido ya que actualmente sólo reviste un tercio de los 150.000 metros cúbicos de tablero MDF que produce anualmente.
Ikea, su principal cliente
La planta de tableros de Valladolid exporta el 60 por ciento de su producción, fundamentalmente a países de la Unión Europea. De hecho, Ikea Portugal es su principal cliente. Junto a las puertas y muebles de decoración, la fábrica ha encontrado una prometedora línea de negocio en el auge de la industria agroalimentaria y fabrica cajas de madera para las exportaciones de productos como naranjas a China ya que aguanta mucho mejor que el cartón los largos tiempos de exposición a la refrigeración. La planta de Valladolid es todo un referente en sostenibilidad ya que el 60 por ciento de la energía que utilizan proviene de una instalación de biomasa que aprovecha los residuos de la madera que utilizan. Para la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, Sonae Arauco es una empresa "señera" en la región por su apuesta por la digitalización y por el aprovechamiento de los recursos endógenos de la Comunidad, como son los forestales.