Endesa no sufriría coste alguno si debe asumir el coste de desmantelar las nucleares, según ha desvelado su consejero delegado, José Bogas, durante la presentación de los resultados de la firma ante los analistas. La compañía ha anunciado este miércoles que en 2017 logró un beneficio neto de 1.463 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,7% respecto a 2016.
Álvaro Nadal, ministro de Energía, pretende que las compañías eléctricas asuman más costes del desmantelamiento de las centrales nucleares cuando acabe su vida útil, que ronda los 8.000 millones de euros.
Hasta el momento, es la pública Enresa, la encargada de gestionar los residuos radiactivos, la responsable de desmantelar esas plantas. Enresa obtiene los fondos de las aportaciones de las empresas eléctricas, que le entregan unos 6,7 euros por MWh que generan las centrales.
Sin embargo, Enresa ya ha reconocido que le faltan 3.000 millones si las plantas cierran en los 40 años de vida útil que tienen reconocida en la actualidad y el ministro quiere que sean las propietarias de las centrales las que corran con ese coste.
Hasta ahora, las compañías, sobre todo Iberdrola, habían rechazado la idea y habían recordado que, además del pago directo a Enresa, abonan un impuesto sobre la gestión de residuos que contribuye a financiar los costes fijos del sistema eléctrico.
Que le devuelvan las tasas aportadas
Pues bien, hoy Bogas ha dado a entender hoy que Endesa estaría dispuesta a correr con los gastos del desmantelamiento de las centrales, siempre que se le devuelvan las cantidades aportadas a Enresa hasta el momento, que cifró en 1.185 millones de euros sólo desde 2010.
La compañía, no obstante, aclara estas declaraciones de su consejero delegado a elEconomista.es, y especifica que, en el caso de que el Gobierno decida cargar con todo el coste del desmantelamiento a las empresas, su cuenta de resultados no sufriría impacto alguno, algo también apuntado por el ejecutivo: "no tendría impacto".
Bogas ha indicado que Enresa, de acuerdo con el planteamiento del ministro, podría quedarse exclusivamente para gestionar los residuos. Pero ha añadido que las empresas, al desmantelar ellas las plantas, compensarían el impacto económico al recibir lo que se les ha retenido como tasa de desmantelamiento, del 22% al 24% de lo aportado. La compañía aclara que en su caso ese monto asciende a unos 600 millones, puesto que históricamente ha desembolsado 2.400 millones.
Última provisión por Garoña
En otro orden de cosas, la empresa ha anunciado que en 2017 se ha anotado una última provisión de 40 millones de euros por el impacto del cierre de la central nuclear de Garoña, que comparte al 50% con Iberdrola.