
Banco Santander está acelerando la reordenación del ladrillo del Popular ante la inminente luz verde por parte de las autoridades reguladoras para cerrar la venta de los activos tóxicos del banco adquirido a Blackstone, autorización que llegará antes del 30 de marzo.
De momento, y a la espera de poder culminar esta transacción, el fondo de inversión ya se ha hecho con el control íntegro de Aliseda Servicios Gestión Inmobiliaria, el servicer del Popular, nombrando como presidente a su hombre responsable del área inmobiliaria en España, Diego San José de Santiago. Así, San José ha pasado a sustituir en el cargo a Jaime Rodríguez Andrade, nombrado presidente del servicer tan sólo tres días antes de su relevo por la entrada del hombre de Blackstone. Cabe destacar que Rodríguez Andrade es el responsable de NPAs (activos improductivos) del Banco Santander.
Con la llegada el pasado viernes de San José a Aliseda, también se incorporó a la compañía como consejero delegado otro directivo de confianza de Blackstone, Eduard Mendiluce, exdirectivo de Catalunya Banc. Además, entra como consejero Alfredo Laffitte, director general de Anticipa Real Estate, servicer del fondo.
Así, y tras la salida la pasada semana de los representantes de los fondos de inversión Värde Partners y Kennedy Wilson, que contaban con el 51% del capital de Aliseda hasta que el Santander les recompró la participación en junio por 180 millones de euros, tan solo quedaría un representante del Santander en la compañía. Se trata de Carlos Manzano Cuesta, exresponsable del área inmobiliaria de Deutsche Asset & Wealth Management en España y Portugal, y quien se incorporó al Santander el pasado verano para gestionar los activos inmobiliarios del Popular. Manzano Cuesta fue nombrado consejero el pasado 13 de febrero.
Clave de la reordenación que está haciendo el Santander en Aliseda y las filiales inmobiliarias del Banco Popular, es la reducción de capital por 62,8 millones de euros que se realizó en Aliseda SAU, compañía del banco que llevaba la gestión inmobiliaria, hasta que el 1 de enero de 2014 se traspasó el negocio y los empleados a Aliseda Servicio Gestión Inmobiliaria. Como consecuencia de esta operación, el capital de Aliseda SAU quedó reducido a 3,7 millones de euros. En realidad, la operación consistió en la retirada por parte de Popular, antes de traspasar los activos al fondo, de cuatro edificios territoriales propiedad de la entidad.
Una vez el Santander y Blackstone logren las aprobaciones necesarias sobre la transacción, se creará una sociedad a la que Banco Popular traspasará la cartera de inmuebles adjudicados, los créditos dudosos procedentes del sector inmobiliario y otros activos relacionados con esta actividad, además del cien por cien del capital de Aliseda y sus filiales inmobiliarias.
La valoración atribuida de estos activos es de aproximadamente 10.000 millones de euros. Blackstone gestionará de manera exclusiva el patrimonio integrado en esta nueva sociedad, que pertenecerá en un 51% al fondo, y en un 49% al Banco Santander.