La primera distribuidora de fármacos en España, Cofares, decide este jueves la continuidad de su presidente, Juan Ignacio Güenechea, que apenas lleva siete meses en el puesto. La compañía celebra esta tarde en su sede de Madrid una asamblea extraordinaria en la que uno de sus puntos del orden del día recoge la votación del cese del presidente a propuesta de un grupo de consejeros, contrarios a la gestión de Güenechea prácticamente desde que accedió al cargo. De los más de 10.000 propietarios de farmacias que forman la cooperativa Cofares -casi la mitad de todas las del país- solo 165 son delegados y tienen la facultad de votar en esta asamblea, representando el voto de unos 3.900 asociados.
Juan Ignacio Güenechea llega a esta asamblea enfrentado a su vicepresidente, Eduardo Pastor, y habiendo perdido la confianza de la mayoría de sus consejeros en el Consejo Rector. Hasta ocho de los 14 miembros estaban al menos antes de esta asamblea en contra de su gestión y por eso pidieron la celebración de la misma. Sin embargo, Güenechea también ha aprovechado la ocasión para convertir la cita en una moción de confianza e intentar salir reforzado del envite. Para ello, el presidente consiguió que otro de los puntos del orden del día fuera la investigación interna sobre la polémica que ha sacudido a la compañía recientemente: un posible trato preferente en el reparto de la vacuna Bexsero frente a la meningitis B, del que se habrían beneficiado farmacias próximas a algunos consejeros contrarios al presidente.
De hecho, estos ocho consejeros aseguran que dicha investigación no es más que "una filtración, de suma gravedad en lo que afecta al prestigio y reputación de Cofares en su integridad, que tenía una doble finalidad: desacreditar a determinados consejeros y socios de Cofares y actuar como coartada del presidente de cara a la ineludible convocatoria de la asamblea para exigir su cese como consecuencia de su actuación". Tanto el vicepresidente como este grupo de consejeros afirman que el presidente ha dinamitado la compañía desde dentro con la única intención de salvar su puesto ya que la mayoría de este órgano había perdido la confianza en su gestión, afirman.
Güenechea sostiene, por contra, que este sector del Consejo Rector "se opone a tomar las medidas disciplinarias sugeridas por el comité de cumplimiento que realizó la investigación e incluso impiden continuar con las investigaciones hasta el esclarecimiento total de estos hechos". El presidente quiso destituir a un consejero por este asunto, pero el Consejo no lo aprobó. Así las cosas, muchos de los socios de Cofares apuestan por la convocatoria de unas nuevas elecciones.