
Las concesionarias de autopistas de peaje de España dejaron atrás las pérdidas y registraron un beneficio antes de impuestos de 848 millones de euros en 2016, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Fomento que acaba de hacer públicos. Los positivos resultados , los mejores desde 2011, se sustentaron en un crecimiento del 5,4% de los ingresos por peaje, que reflejan así la recuperación del tráfico. Una tendencia extrapolable a 2017, cuando la intensidad media diaria (IMD) avanzó el 4,5%. Pese a las ganancias, las sociedades que gestionan las autopistas, entre cuyos accionistas figuran Abertis, ACS, Sacyr, OHL, Ferrovial, Globalvia, FCC, Itínere o Acciona, rebajaron sus inversiones un 27%, hasta los 170 millones.
Las concesionarias de autopistas incurrieron en números rojos en 2015 por primera vez desde 1986, con una pérdida de 540,9 millones. Aquel año la facturación por los peajes cayeron ligeramente, pero el principal factor se debió a los deterioros por más de 1.000 millones que acometió Acesa (Abertis), que explota las autopistas AP-7 Barcelona-Tarragona, AP-7 Barcelona-La Junquera, AP-7 Montmeló-El Papiol y AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, por un conflicto con Fomento respecto a una compensación por el descenso de los tráficos. También influyeron los mayores gastos de explotación y los menores ingresos por subvenciones y cuentas de compensación.
En 2016, último año del que Fomento ha recopilado los datos, las 28 sociedades que explotan la red de carreteras de pago redujeron drásticamente las provisiones, hasta un saldo negativo de apenas 6 millones, al tiempo que ha recortado los gastos de explotación en casi 114 millones (-20,3%) y los costes financieros en 170 millones (-37,7%).
Todas las concesionarias incrementaron sus ingresos con excepción de Autoestradas de Galicia, de Itínere. Acesa se reforzó como la vía de pago con mayor cifra de negocios, tras elevarla un 5,3%, hasta 480,5 millones. Su resultado antes de impuestos ascendió a casi 367 millones, frente a los -666 millones de un año antes. Por su parte, Iberpistas (Abertis), implicada en el reciente caos de la AP-6, logró una ganancia antes de impuestos de 75,1 millones, frente a los 114,4 millones que perdió un año antes.
Entre las subidas de ingresos más destacadas figuran varias de las autopistas en quiebra que el Estado rescatará en los próximos meses, como Accesos de Madrid (R-3 y R-5), Aucosta (AP-7 Cartagena-Vera) o la Madrid Sur (R-4). Una de ellas, Eje Aeropuerto (M-12), de OHL, incluso consiguió registrar un resultado antes de impuestos positivo (0,3 millones). El resto mantuvieron las pérdidas, aunque en algunos casos se limitaron significativamente, como en la R-4 o la Cartagena-Vera. En 2017, estas carreteras registraron un aumento conjunto del tráfico del 8%.
Mientras, las concesionarias rebajaron la cifra de inversión anual a los 170 millones en 2016, frente a los 233 millones de 2015, según consta en el último Informe sobre Autopistas de Pago en España que elabora Fomento. La inversión acumulada en las autopistas de peaje españolas asciende ya a 17.038 millones y el valor contable se eleva hasta los 21.164 millones. De esta cifra, han amortizado el 40,1%.