Empresas y finanzas

Aena da largas a Uber y Cabify para ampliar su servicio en los aeropuertos

  • Las VTC negocian con el operador ganar espacio en las terminales
  • Denuncian que las conversaciones no avanzan por las presiones del taxi

Los coches que trabajan con Uber y Cabify no aspiran a ocupar la línea de los taxis en la puerta de las terminales pero sí que buscan aumentar su presencia y visibilidad en los mismos para poder ofrecer un mejor servicio y ganar cuota de mercado en los aeropuertos, que tradicionalmente han sido el coto de uso privado de los taxistas y una de las mejores zonas para hacer negocio por la alta demanda y el precio de los trayecto.

Un objetivo que llevan meses persiguiendo sin éxito. Y es que Uber y Cabify llevan meses negociando con Aena para aumentar su presencia en los aeropuertos y conseguir una zona de recogida de pasajeros y, según denuncian desde Unauto, la patronal de las VTC a la que pertenecen ambas plataformas, las conversaciones no avanzan debido a que el operador aeroportuario quiere evitar conflictos con los taxistas.

"Nos hemos reunido en varias ocasiones con Aena para manifestarle la necesidad de contar con una zona habilitada para dejar y recoger pasajeros en los aeropuertos así como más espacio para aparcar los coches y visibilidad en las terminales, pero no logramos acercamientos por la presión de los taxistas", explicó Eduardo Martín, presidente de Unauto en una conversación con este diario. Por su parte, desde Aena reconocen que se están produciendo encuentros con las empresas del sector de las VTC (vehículos de turismo con conductor) y que estas "continúan" sin que se haya llegado a ningún acuerdo.

En este punto, el representante de las VTC explicó que el operador está sufriendo muchas presiones por parte del gremio y que los ataques a los coches de VTC en los aeropuertos son constantes, por lo que el gestor quiere evitar una escalada de tensión. "En las reuniones también hemos hecho partícipes a Aena de las agresiones que sufrimos por parte de los taxistas pero poco pueden hacer", aseguró el presidente de Unauto.

Por ejemplo, en el aeropuerto de Málaga, el propio Eduardo Martín ha denunciado que sufrió una agresión por parte de los taxistas en verano, que ya ha iniciado la vía judicial, y en el aeródromo de Sevilla, los coches que trabajan con las plataformas Uber y Cabify han sufrido ataques constantes (retrovisores rotos, ruedas rajadas, vertidos de ácido de batería en las carrocerías) que han llevado al aeródromo a poner cámaras de seguridad en la zona del parking donde los coches de VTC pagaban cada día por estacionarse para operar en el aeródromo, explicó a este diario Pablo García, vicepresidente de Unauto y jefe de asociación en Andalucía.

En concreto, el aeropuerto de Sevilla está controlado por una única asociación de taxistas, Solidaridad Hispalense, cuya cúpula está imputada por daños, coacciones y pertenencia a una organización criminal, que impide el acceso a la infraestructura a los taxistas de otras asociaciones y que se ha movilizado para que no se ejecute la sentencia que obliga al Ayuntamiento a rotar el servicio del taxi entre las distintas agrupaciones. A su vez, esta asociaciones está denunciada por quemar 10 coches de Cabify.

"La hostilidad en los aeropuertos contra las VTC es constante. Los taxistas nos bloquean los coches para que no podamos salir y así perder el servicio", denunció Martín que asegura que trabajan en unas condiciones muy difíciles y que, apelando a la libre competencia, solo quieren mejorar su posicionamiento para operar.

Alquiler de plazas de parking

Una de las primeras consecuencia de la falta de acuerdo sobre el futuro de las VTC en los aeropuertos es la extensión del contrato que Cabify tiene con Aena para el arrendamiento de plazas de parking en Barajas, que le permite hacer cierta publicidad en las terminales. El contrato, por el que paga 341.862 euros, venció el 11 de diciembre de 2017 y se encuentra prorrogado "por continuidad de servicio". Dicha prorroga se puede extender seis meses o hasta que haya un nuevo adjudicatario.

Aunque algunos medios de comunicación han apuntado que Aena se están planteando no relicitarlo por la presión de los taxistas, el gestor ha confirmado a este diario que se va a volver a sacarlo a concurso aunque todavía no se conoce la fecha ni las condiciones concretas del mismo. En 2015, Gran Class, que se también se dedica al alquiler de vehículos de lujo con conductor, también se hizo con el arrendamiento de plazas en Barajas aunque su contrato vence más tarde.

Desde Unauto critican que este tipo de contratos, que también se han celebrado en Málaga, Alicante y Barcelona, incluyen "muy pocas plazas de aparcamiento" y que "están escondidos" y "muy lejos de la puerta", por lo que "no es cómodo para los pasajeros, que tienen que irse muy lejos para coger un taxi", denuncia. "No es justo que los taxistas tengan 4.000 plazas gratis en la puerta y nosotros 10 y pagando", sentenció.

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