
La guerra entre el Ministerio de Fomento y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por la liberalización del transporte por carretera y, en especial, por frenar el crecimiento de las VTC (vehículo de turismo con conductor) en favor del taxi, abre un nuevo capítulo.
El organismo que preside José María Marín Quemada ha vuelto a arremeter contra el departamento que dirige Íñigo de la Serna por limitar la competencia en el sector al agudizar las barreras de entrada a nuevos actores, la expansión de los negocios y la libre fijación de precios y oferta.
En concreto, el superregulador ha criticado la modificación del Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROOTT) que última el ministerio porque "limita la competencia, resulta innecesaria y desproporcionada y perjudica a los usuarios". Es decir, que la nueva regulación, que afecta sobre todo a camiones, autobuses, VTC y ambulancias ahonda en las restricciones en vez de caminar hacia una mayor liberalización, tal y como reclama la CNMC y recomienda la Unión Europea (UE).
Así, no es la primera vez que Competencia se planta ante Fomento por imponer cortapisas al sector del transporte en general y al de las VTC en particular. A principios de diciembre publicó un informe criticando el Real Decreto con el que el Ministerio prevé limitar más el crecimiento de las licencias VCT, que trabajan con Uber y Cabify. El organismo instó a Fomento a dejar en el cajón el decreto bajo amenaza velada de llevarle ante el Supremo.En este sentido, en 2016, la CNMC ya impugnó ante la Audiencia Nacional dos normativas de Fomento encaminadas a frenar las VTC.
Aunque desde el sector aseguran que el ROTT no tiene grandes modificaciones, sí que critican que ha sido una "gran oportunidad perdida" para flexibilizar la fijación de precios o reducir burocracia.
En este sentido, desde Competencia instan a Fomento a eliminar de la regulación varias normativas. Entre ellas, la que dificulta a los autobuses reducir sus tarifas o la exige a los operadores tener una forma jurídica concreta, ausencia de ánimo de lucro, o domiciliar las licencias en territorios concretos, "contribuyendo a compartimentar geográficamente el mercado nacional". En el caso de camiones y autobuses, recomienda, además, que se eliminen las trabas impuestas a la transmisión de autorizaciones.
En el caso del transporte con camiones, autobuses, ambulancias y las VTC (servicios alternativos al taxi), Competencia critica que "existen cargas desproporcionadas, que no se justifican", como que las licencias de transporte tengan que estar vinculadas a vehículos concretos, que cada operador deba disponer de una flota mínima de vehículos o que solo puedan trabajar con personal de su plantilla.
La CNMC también critica que se prohíba que se constituyan nuevos servicios de transporte de viajeros por iniciativa privada (la decisión sobre el establecimiento de nuevos servicios compete a la Administración pública, y se adopta, además, con un elevado grado de discrecionalidad) y se que establezca la explotación de esos servicios en régimen de monopolio. Esta medida afecta sobre todo a los autobuses ya que tampoco se permite que se cree un servicio de línea en una ruta donde ya opera otra empresa, algo que quiere impulsar la UE.