Steinhoff, el conglomerado de origen alemán propietario, entre otras muchas empresas, de la cadena de muebles Conforama, de las tiendas de descuento Poundland y Dealz, de la cadena de moda Ackermans o de la franquicia sudafricana de la firma de alquiler de coches Hertz, se encuentra en una situación financiera agónica.
Con una plantilla de 105.000 empleados, 11.000 establecimientos en todo el mundo y una facturación de 13.427 millones de euros en el último ejercicio, la compañía ha empezado a renegociar con los acreedores el pago de su deuda para evitar la quiebra, tras haber reconocido la semana pasada que cometió irregularidades contables.
De acuerdo con las cifras que figuran en sus últimos informes públicos, la empresa cerró el primer semestre del año el pasado 31 de marzo con un pasivo a largo plazo de 12.158 millones de euros, cifra a la que hay que sumar otro a corto por importe de 5.877 millones.
Pagos pendientes
Los compromisos de pago con la banca y otros acreedores se elevan en total a 18.035 millones de euros. La deuda pendiente con la banca es, sin embargo, menor. Llega en total a 9.594 millones, lo que equivale a 6,3 veces el resultado operativo. Al margen de lo que pueda detectar ahora la auditoría encargada a PwC y de la posible existencia de deuda oculta, la compañía está renegociando ya las condiciones de pago con Citigroup, Bank of America, HSBC Holding y BNP Paribas a nivel global, según ha informado la agencia Bloomberg. Y del mismo modo, también mantiene conversaciones con las entidades sudafricanas Standard Bank, Investec y FirstRand.
La empresa anunció la semana pasada la dimisión del consejero delegado, Markus Jooste, tras admitir las irregularidades en las cuentas, lo que provocó que perdiera casi un 90% de su valor en bolsa.
Ligero repunte
Aunque el lunes remontó y volvió a subir un 24,45%, sobre todo tras conocerse la negociación abierta con los acreedores, el título cerró a 0,6 euros, lo que significa que, pese a todo, ha perdido un 82,8% de su valor bursátil.
Steinhoff fue fundada en Alemania en 1964 por Bruno Steinhoff, pero en 1998 cambió su sede a Sudáfrica tras la adquisición de la compañía Gommagomma. No obstante, volvió a cambiar su sede a Holanda y cotiza en la Bolsa de Fráncfort desde 2015, ya que tiene grandes intereses en Europa.
En España, tal y como adelantó elEconomista el pasado viernes, Deloitte, la firma encargada de auditar las cuentas de la filial de Conforama, lleva años advirtiendo de salvedades en los estados financieros. Así, en las cuentas de 2015, ponía en duda por ejemplo el valor real del inmobilizado material, es decir, el de las tiendas de la cadena.