Abandono de cargos en empresas, firmas sin actividad, otras disueltas o en liquidación. Rodrigo Rato, acuciado por su situación judicial, comienza a desmantelar su entramado societario nacional e internacional. Ni el caso Bankia ni el de las tarjetas black empujaron al que fue vicepresidente del Gobierno bajo el mandato de José María Aznar a clarificar su situación empresarial e iniciar su desarme.
Sin embargo, la investigación que sigue el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid contra el patrimonio personal de Rodrigo Rato por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública ha llevado al exbanquero a admitir su dominio en varias de las firmas controladas por familiares y testaferros, situándose como administrador único en la mayoría de ellas. A partir de este primer paso, el que fue presidente de Bankia está dejando languidecer su entramado empresarial.
Por un lado, Rato permitió que el Registro Mercantil británico disolviera su empresa Vivaway el pasado mes de agosto, al no presentar las cuentas de la compañía, tras varios avisos por parte de la administración británica a lo largo de este año. La firma, con sede en Gibraltar, es una de las principales sociedades investigadas por la presunta recepción de importes millonarios procedentes de otras dos sociedades que tenía en Panamá.
Además, el exbanquero abandonó durante este verano la dirección general de la firma alemana Bagerpleta que gestiona el hotel que tiene en el centro de Berlín. Del mismo modo, la empresa germana, que pasó a estar bajo la dirección del vicepresidente de Catalonia, Guillermo Vallet, también está en el epicentro de la investigación por presunto blanqueo de capitales, siempre según la investigación.
En lo que respecta a las firmas que el exvicepresidente del Gobierno tiene en España, a lo largo de 2016, y ya en plena investigación de su patrimonio, el exbanquero ha dejado sin actividad dos de ellas: Rafi Tealsa y El Manantial de Información, la primera dedicada a la gestión y administración de propiedades inmobiliarias y la segunda, a la prestación de servicios informativos sobre temas publicitarios o editoriales, y trabajos de artes gráficas, entre otros.
La empresa Muinmo, dedicada a actividades de radiodifusión, e investigada por recibir ingresos de firmas que privatizó siendo vicepresidente del Ejecutivo y en las que supuestamente medió para nombrar a los presidentes de las mismas, se encuentra en la actualidad en concurso de acreedores, mientras que Cor Comunicación, supuestamente usada para los mismos fines, entró en pérdidas el año pasado con unos números rojos de 169.000 euros. Además, Rato también dejó de ser el pasado mes de agosto el apoderado de la firma Antigüedades Salamanca.
Ganancias
De las cinco firmas que aún mantiene con actividad, Rodanman Gestión, dedicada a la gestión de bienes inmobiliarios, fue la que mejor resultado obtuvo el ejercicio pasado con un beneficio de 282.083 euros, frente a las pérdidas del año anterior de 254.008. Le siguió la firma Kradonara, que ganó 94.666 euros en 2016. Esta última empresa es propiedad de Rato a través de la sociedad radicada en Gibraltar, Vivaway Limited, que según la investigación judicial en marcha, es otra de las firmas claves con las que cometió los presuntos delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales.
La empresa Arada, de producción de energía, ganó el año pasado 12.360 euros, frente a los números rojos por 139.102 euros que obtuvo en 2015.
En total, las empresas de Rato que obtuvieron beneficios suman unas ganancias totales de 390.789 euros. Sin embargo, la firma Explotaciones Carabaña, también de producción de energía hidroeléctrica, entró en pérdidas durante 2016 al obtener un resultado neto negativo de 185.293 euros, frente a las ganancias de 27.223 euros que obtuvo durante el ejercicio de 2015.
Entidades
