Endesa, como parte de su nuevo Plan Estratégico con vistas a 2020, ha decidido destinar a dividendos el 100% de su beneficio hasta dicho ejercicio, con lo que prolonga esta práctica de retribución al accionista un año más de lo previsto en la anterior versión de su Plan. Para 2018, la eléctrica presidida por Borja Prado distribuirá un mínimo de 1,33 euros por acción.
El resultado bruto operativo (ebitda) de la compañía debería subir un 4% anual, desde los 3.400 millones de euros que espera registrar este año hasta los 3.700 millones que prevé obtener en 2020. Las energías renovables, junto con otros negocios regulados, representarán alrededor del 70%, si bien el mayor incremento se experimentará en los negocios de generación y comercialización, que en 2020 aportarán el 36% de los ingresos.
Ahora bien, las nuevas condiciones del mercado -la firma ha reducido sus previsiones del precio de la energía del mercado mayorista y augura que obtendrá menos margen en el negocio gasista-, le llevan a reducir ligeramente el monto de su ebitda durante los años 2018 y 2019. Igualmente, el beneficio neto caerá 100 millones para 2018, hasta los 1.400 millones, y 200 millones para 2019, hasta los 1.500 millones, llegando hasta los 1.600 millones en 2020. Contando con el ejercicio actual, ganará 5.900 millones en cuatro años, un 6% de media anual.
Con esos ingresos, la generación de caja entre 2018 y 2020 debería ascender a 6.700 millones, y la inversión neta a 5.000 millones, unos 300 millones más que en la anterior versión del Plan.
5.000 millones de inversión
Esta revisión de la inversión, por otro lado, contempla una reducción de la destinada al mantenimiento de los activos (de 2.600 a 2.200 millones) y un incremento desde los 2.100 hasta los 2.800 millones para el crecimiento. Por áreas, la distribución, que incluye los contadores inteligentes, recibirá el 40% del capital, mientras que las renovables el 18%, unos 900 millones, la mayoría destinados a la construcción de los 879 MW ganados en las subastas celebradas meses atrás que se desembolsarán mayoritariamente en 2019.
La empresa dirigida por José Bogas, siguiendo las directrices establecidas por su matriz Enel, concentrará su atención en la digitalización y en el enfoque al cliente, con la intención de dejar de ser un mero proveedor de gas y electricidad para pasar a ser un proveedor de energía como un servicio, todo ello sin olvidar la descarbonización progresiva de su mix de generación.
En este sentido, la compañía espera que el margen bruto de las e-solutions se duplique entre 2017 y 2020, pasando de 100 a 200 millones, tras recibir una inversión total de 1.300 millones. Gracias a ella, las ganancias por eficiencia ascenderán a unos 250 millones.
Y en relación a la descarbonización, Endesa confía en que el 54% de su mix de generación esté libre de emisiones en 2020, frente al 48% que tenía en 2015. En relación al controvertido carbón, prevé invertir 300 millones para reducir sus emisiones contaminantes.