Tras conocerse que la Torre Agbar (también conocida como Torre Glòries) no va a convertirse en la nueva sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) su propietaria, la socimi Merlin Properties, sigue adelante con sus planes iniciales para este inmueble.
Así, no se trata de un Plan B para este inmueble, sino de seguir adelante con su Plan A, que proyectaba un inmueble de oficinas multinquilino en el que es el activo estrella de la socimi en la Ciudad Condal.
Aunque la torre estaba reservada para acoger las oficinas del organismo europeo hasta que se tomara la decisión final, Merlin ha seguido adelante con la reforma del edificio, proyecto en el que va a invertir 15 millones de euros para su reposicionamiento.
El proyecto inicial para esta torre, que fue un encargo de Aguas de Barcelona al arquitecto francés Jean Nouvel, contempla el uso de oficinas en la mayor parte del rascacielos, si bien, en la zona más elevada se proyecta un observatorio que podrá ser operado por un tercero.
También tendrá uso de restauración en dos de sus plantas, según explica Merlin en un documento remitido a la CNMV el Investor Day.
Merlin adquirió este rascacielos de 34 plantas y 37.614 metros cuadrados de superficie por 142 millones de euros a principios de año, lo que puso punto y final a las aspiraciones de distintos inversores de transformar este icónico edificio en un hotel de lujo.
Concretamente, Emin Capital y Westmont Hospitality Group quería abrir un hotel de Hyatt en esta torre, sin embargo, se toparon de frente con la moratorio hotelera de la alcaldesa Ada Colau, que frustró el proyecto.
