
Liberbank ha salido al rescate de la antigua cartera industrial de Caja Castilla La Mancha (CCM), propiedad del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) desde la intervención hace ya casi nueve años. La entidad, como principal acreedor, llevó a cabo hace unos meses una reestructuración de su deuda para aligerar sus cargas financieras que ha conllevado una quita de 87 millones de euros.
El grupo liderado por Manuel Menéndez ha perdonado este pago a Inversiones Corporativas, sociedad que aglutina las participaciones heredadas de la caja manchega, en una operación que incluye otras medidas para que pueda continuar con su actividad y esquive la liquidación.
Entre los aspectos destacados de la reestructuración se encuentran, además de la quita, la formalización de un préstamo participativo de 86 millones con vencimiento en junio de 2020; de una póliza de crédito de hasta 191 millones y de otra por importe máximo de 20 millones.
El nuevo plan sellado entre Banco CCM, filial de Liberbank, y la compañía, además ha supuesto la condonación de la deuda que tenía esta última con su matriz, el FGD, por valor de 5,8 millones.
Este acuerdo ha permitido a Inversiones Corporativas a reequilibrar su patrimonio gracias al préstamo participativo al contabilizarse como instrumentos de capital.
La cartera industrial de la antigua CCM, con esta reestructuración, se ha saneado después de haber tenido que deteriorar en los últimos años buena parte de los activos, entre los que destacan inmobiliarios e Isolux Corsan. De hecho, la situación por la que atraviesa la compañía de infraestructuras ha supuesto a Inversiones Corporativas llevar a cabo un ajuste de 225 millones de euros en los últimos dos años. EL FGD, de manera indirecta, cuenta en la actualidad con un 1,1% de Isolux Corsan tras el deterioro y la capitalización de la deuda en el marco de su reestructuración financiero con los principales acreedores. Antes tenía un 11%. Pese a todo, este año Isolux ha entrado en concurso de acreedores y lucha por sobrevivir tras tomar las riendas la banca
El fondo de garantía tiene que desprenderse de los activos para intentar recuperar el dinero inyectado en CCM en el marco de su intervención y posterior adjudicación de los negocios bancarios a Liberbank, que ascienden a más de 5.300 millones. De estos, Liberbank se ha beneficiado de 2475 millones a través de un esquema contra pérdidas que finalizó en diciembre del año pasado.
El FGD a cambio de las ayudas y de quedarse con la cartera industrial se reservó una opción de adquisición del 25% de Banco CCM que quedó la antigua Fundación de la caja manchega, porcentaje que dependerá de la recuperación del dinero inyectado. EL 75% restante está en manos de Liberbank, que tiene planes ahora de elevarlo hasta el 100% a través de una compra con el fin de poder llevar a cabo una integración total para ahorrar costes operativos.
El grupo asturiano está inmerso en estos momentos en una ampliación de capital con el fin de elevar las coberturas de los créditos dudosos y los inmuebles hasta los niveles del sector. La semana pasada comenzó el periodo de adhesión. La intención de la entidad es captar 500 millones. Los principales accionista se han comprometido a acudir a la operación, incluidas las fundaciones de las cajas fundadoras, que han tenido que desprenderse previamente de un 19% del capital para poder adquirir nuevos títulos para no diluirse sustancialmente.