
Acciona ha logrado cerrar la venta de Trasmediterránea tras varios años intentándolo. El grupo presidido por José Manuel Entrecanales, que empezó a buscar comprador para su filial en 2009, ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con Naviera Armas para venderle la sociedad por un máximo de 403,7 millones de euros.
En concreto, la compañía de Antonio Armas Fernández, que se dedica al transporte de viajeros y mercancías por mar, pagará 260,4 millones por el 97,2 por ciento de las acciones de Trasmediterránea y se ha comprometido a asumir el repago de una deuda de 127,3 millones que la firma tiene con otras sociedades del grupo Acciona. A su vez, el precio final de la operación podría aumentar en otros 16 millones hasta los 403,7 millones ya mecionados si Naviera Armas cumple unos objetivos fijados de beneficio bruto de explotación (ebitda) con la incorporación el negocio de Trasmediterránea.
Así, la transacción situará el valor de toda la naviera de Acciona en unos 435 millones de euros, la mitad de lo establecido en 2009, cuando Entrecanales encargó la venta de la firma a BBVA. La operación, que está sujeta a la aprobación de las autoridades españolas de la competencia, se completará a lo largo del primer trimestre de 2018, tal y como anunció que la firma de infraestructuras en un comunicado.
La cotizada ha explicado que cierra la venta de su negocio marítimo en "plena recuperación" para centrarse en las áreas de infraestructuras y energías renovables. "Esta operación nos permite ajustar y reforzar el modelo de negocio de Acciona centrado en infraestructuras sostenibles y energías limpias", aseguró el presidente de la cotizada.
La multinacional, que volvió a buscar comprado para su naviera en 2014, cuando registró unas pérdidas de 25 millones de euros, ha logrado enajenar la compañía tras sacarla de los números rojos, renovar su flota, ampliar las rutas y llevar a cabo un proceso de ajuste y optimización de los costes y proceso operativos que le ha permitido seguir la senda de la recuperación.
Así, en 2015, Trasmediterránea puso en marcha un plan de reestructuración de la flota para el periodo 2015-2018 que incluyó la compra de dos buques en enero de 2016, el Albayzin y el Almariya, por unos 50 millones, la adquisición de un tercero en los primeros meses de 2017 por 54 millones y la remodelación de otros cuatro (JJ Sister, Sorolla, Fortuny y Super-Fast Galicia) por más de 10 millones. A mediados de este año, la firma seguía pendiente de la concreción de otra serie de proyectos para proceder a la remodelación de otros buques. Así, además de tener una flota más rápida, con mejores prestaciones y que consuma menos, la filial de Acciona buscaba elevar a 17 los buques en propiedad y reducir a cinco los alquilados para blindar su operativa. Además, la compañía amplió sus rutas con la recuperación de servicios como el interislas.
Deterioro de las cuentas
Además de la mejora de la flota, Acciona ha logrado vender su filial tras sumar dos años consecutivos de beneficios después de varios ejercicios en rojo. En concreto, Trasmediterránea cerró 2015 con unos ingresos de 424,2 millones y un resultado neto de 31,3 millones. Aunque en 2016 logró subir las ventas un 1,5%, el beneficio se recortó un 46% a los 16,8 millones por el pago de 13 millones en concepto de impuesto de sociedades, que no se había apuntado otros años por las pérdidas. En los seis primer meses de 2017, la firma sigue en positivo aunque ha reconocido un deterioro del ebitda por el alza del petróleo y el aumento de los costes por la mayor actividad. Así, las ventas han caído un 2% y el ebitda el 85%.