
La crisis en la que vive inmersa desde hace mes y medio el laboratorio Almirall por el batacazo de ventas en sus negocios en EEUU ha terminado por costarle el cargo al consejero delegado de la farmacéutica catalana, Eduardo Sanchiz. Los hermanos Gallardo, dueños de la compañía, han decidido prescindir de mano derecha durante los últimos seis años y han fichado para reconducir la situación a un alto ejecutivo de la multinacional farmacéutica francesa Sanofi, el belga Peter Guenter.
Jorge Gallardo, presidente ejecutivo y verdadero jefe de Almirall, focaliza de esta manera en la dirección de Eduardo Sanchiz los graves problemas que está teniendo la compañía durante este 2017, que obligó incluso a la compañía a rebajar en julio las previsiones de beneficios para este año lo que produjo un descalabro bursátil de la firma de un 25%. Almirall vendió ayer la sustitución de su consejero delegado como una marcha voluntaria de Eduardo Sanchiz "para dedicar más tiempo a su familia y otros intereses. Según la farmacéutica, el relevo forma parte de un plan de sucesión iniciado hace algo más de un año", aunque nadie públicamente lo conocía.
Hay que recordar que hace seis años Almirall reorganizó su estructura ejecutiva y en aquella ocasión fue Eduardo Sanchiz, que era director de Finanzas tras siete años en la compañía, el que sustituyó como consejero delgado al propio Jorge Gallardo que pasó a ser el presidente ejecutivo del consejo de administración.
Las dos filiales en pérdidas
Almirall vive una pesadilla en sus negocios de EEUU desde principios de año. La farmacéutica catalana sufre una fuerte caída de las ventas en las dos compañías americanas que adquirió en 2014 y 2016 años para entrar de lleno en el negocio de la dermatología -Aqua- y la estética -ThermiGen- en EEUU. Si la crisis le estalló a la firma de los hermanos Gallardo hace un mes con los números de Aqua -las ventas en este año han caído un 68% lo que ya le costó el puesto al primer ejecutivo de la compañía hace una semana- su negocio de estética ThermiGen también ha tenido un segundo trimestre desastroso, reduciendo sus ventas un 23% en comparación con el primer trimestre del año.
Todos estos números en los negocios de EEUU han hecho que Almirall pierda hasta 73,1 millones de euros en el primer semestre de 2017, frente a las ganancias de 80,5 millones registradas en el mismo período del año anterior. La compañía reconoció que sufre una caída debido a la combinación de "acontecimientos inesperados ocurridos en el mercado de EEUU". En un reciente informe, los Gallardo ya avisaban que habían implantado "un conjunto de acciones para resolverlos y mitigar el impacto".