
En 2012 se puso al frente de la asociación empresarial de Alimentos de Andalucía (Landaluz) cuando la organización estaba en ruina. Cuatro años después, Landaluz vuelve a ser un claro referente del potente sector agroindustrial andaluz, con más de 100 empresas asociadas que facturan 4.000 millones y emplean a 20.000 personas. Descárguese la revista gratuita elEconomista Andalucía.
En 2016, Andalucía ha superado a Cataluña por primera vez en exportaciones del sector agroalimentario. ¿Ha sido algo coyuntural?
No. Estamos en una buena línea de trabajo, fruto del esfuerzo y el buen hacer que se ha venido realizando. No en vano, la agroindustria en Andalucía es un sector estratégico, al lado del turismo, la construcción o la industria. Representamos ya, según el Ministerio, casi el 20 por ciento del total de las exportaciones de España. Es cierto que Cataluña ha tenido históricamente una industria transformadora muy buena, pero en Andalucía en estos tiempos de crisis se ha sabido reinventar y ya lidera el sector a nivel nacional y va a ser referente internacional.
¿Andalucía ha aprendido a darle valor añadido a los productos agrícolas?
Siempre hemos sido la comunidad de mayor producción agrícola y hoy día, afortunadamente, también somos de transformación y la comunidad más potente en la industria. Sin duda, Andalucía se ha puesto las pilas en innovación, en servicio, en logística, y en una cosa muy importante, en exportar, y en exportar con marca. Yo creo que ahí Landaluz está jugando un papel muy importante.
¿Cómo se ha producido el cambio?
Los procesos, tanto en el campo como en la agroindustria, se han cuidado mucho. Por ejemplo, somos la mayor comunidad productora de productos ecológicos de la UE y eso requiere ya unos controles de calidad y unos procedimientos absolutamente exhaustivos. Pues llevados al resto de la cadena de valor, Andalucía tiene unos procesos fantásticos y hoy en día tiene una cadena agroalimentaria muy potente.
Tras el aceite, ¿cuáles son las 'estrellas' del sector en Andalucía?
No me gusta dejar a nadie fuera, pero es cierto que en volumen, sin lugar a duda, el aceite de oliva es el producto rey, pero yo creo que el sector vitivinícola es muy importante y el ibérico no queda atrás. Luego tenemos sectores como el conservero, los frescos, los dulces, etc. Lo bueno de Andalucía es que tenemos sectores que abarcan toda la industria agroalimentaria. Esa variedad se refleja en Landaluz, que se ha convertido, no sólo para Andalucía, sino para muchos mercados internacionales, en el mayor consolidador de productos agroalimentarios españoles y yo soy un firme creyente de la marca España.
¿Por qué? ¿Qué aporta la 'Marca España' a las firmas de Landaluz?
Pues casi de todo. Jamás entenderé cómo a nivel político pesan tanto algunas cuestiones y no impera el sentido común, porque lo que se conoce en el mundo, nos guste o no, es la Marca España. Creo que los españoles tenemos peor imagen de nosotros mismos que la que se tiene de nosotros fuera.
¿Cómo afectará el comercio 'online' al sector agroindustrial?
Es estratégico. El que no esté en el entorno digital se está quedando muy atrás. El entorno digital va a un ritmo impresionante. Y, al igual que pasa con las agencias de viaje y los hoteles, va a pasar en la gastronomía y la agroindustria. Eso es el presente y el futuro. Y si no estás en ese comercio, no existirás mañana. Pero cuesta mucho convencer a las empresas tradicionales de este cambio.