
Mediapro, a través del canal beIN Sports, ha confirmado que ha obtenido de la UEFA los derechos en exclusiva para España de la UEFA Champions League y de la UEFA Europa League para las temporadas 2018/2019, 2019/2020 y 2020/2021, renovando así los derechos de ambas competiciones que viene emitiendo desde la temporada 20115/2016.
De este modo Mediapro se ha impuesto a Movistar y se ha adjudicado la subasta por los derechos de la Champions League por un importe que se estima que supera los 1.000 millones de euros, un 30% más de la puja anterior. La empresa audiovisual acudió a esta puja sin el apoyo de Antena 3 y TV3, con lo que los partidos de las próximas temporadas no se emitirán en abierto como se venían realizando.
A partir de este año el canal filial de Al-Jazeera, beIN Sports, emitirá todos los partidos en exclusiva los martes y miércoles aunque desaparecerá el actual horario de las 20:45 horas y se partirá la jornada en dos franjas: a las 19 y 21 horas. En concreto dos de los partidos de la fase de grupos se jugarán a las 19 horas y los otros seis a las 21 horas.
Con esta división de horarios se busca que nunca coincidirán jugando a la misma hora dos equipos españoles, por lo que los aficionados siempre podrán disfrutar todos los partidos de sus equipos en directo. Solo jugarían dos clubes españoles en el mismo horario en el caso de que cinco equipos españoles estuvieran jugando la fase de grupos.
beIN SPORTS se puede encontrar actualmente en todas las plataformas de televisión premium en España (Movistar +, Vodafone, Orange, Telecable y Deion Comunicaciones), así como se puede contratar su visionado a través de su plataforma online para consumir el contenido en smartphones, tablets o consolas.
Con respecto al reparto de los derechos en otros países, en el Reino Unido se impuso BT Sport con 455 millones de euros al año, lo que suma 1.365 millones de euros en el conjunto de los tres años. Por su parte en Francia fue SFR la que se quedó con los derechos tras invertir más de 1.000 millones de euros, a razón de 350 millones de euros al año, una cifra muy similar a la que se ha pagado en España.