
Coincidiendo con la decisión de Toshiba Iberia de abandonar el negocio de consumo en Europa, Emilio Dumas asumió el cargo de director general de la filial en España del gigante japonés. Ha pasado un año ya desde entonces y a pesar de la complicada coyuntura económica y política, Dumas afirma que "el balance es muy positivo".
¿Cómo cierran el ejercicio de 2016?
En líneas generales, 2016 ha sido un año de transición para el mercado informático empresarial en general, que ha permanecido plano. En lo que se refiere a Toshiba, hemos mejorado nuestros números y, de hecho, en la segunda mitad de 2016 reforzamos nuestra cuota de mercado en segmentos como educación y grandes cuentas; en éste último, además, hemos mejorado nuestra participación en sanidad. En el sector de la Administración Pública, hemos notado la paralización política: ha habido pocos proyectos y poco significativos. Una situación que creemos que cambiará este 2017. Por último, en el aspecto tecnológico, destacaría que, este año, el formato ultraportátil ha empezado a ganar la partida a otros.
Un año después de dejar el negocio de consumo, ¿cómo creen que les ha influido tal decisión?
En España, la unidad de portátiles de consumo era rentable y tenía buenas cifras de negocio. En ese momento, fue una decisión complicada, pero, vista con perspectiva, no podemos más que reafirmarnos en que fue un acierto, teniendo en cuenta la situación del mercado de consumo en toda Europa. Así, enfocarnos en el mercado profesional nos ha permitido ir conformando una oferta de productos y servicios más diferencial y amplia. Esto nos ha permitido mejorar nuestra posición en sectores claves como educación, grandes cuentas y Administración Pública, sin olvidar las pequeñas y medianas empresas, para las que disponemos de una oferta adaptada tecnológicamente y en precio a sus necesidades.
¿El uso de las TIC en el ámbito educativo es quizás uno de los puntos donde han puesto más el foco?
Somos especialistas en este entorno desde que firmamos en 2013 los primeros acuerdos con diversas universidades y consejerías de educación. Y es que las TIC ayudan a mejorar la eficiencia y productividad en el aula, y a aumentar el interés de los alumnos, pero hay que saber integrarlas y para ello es necesario contar con un socio tecnológico.
Hace un año afirmaba que el mercado profesional se había estancado en España por la incertidumbre política. ¿Cómo lo percibe hoy en día?
Efectivamente, el parón de las inversiones públicas provocó que el mercado permaneciera prácticamente plano en 2016. Además, la recuperación económica no ha sido lo suficientemente potente para vencer los inconvenientes de la inestabilidad política. El Gobierno y el resto de administraciones tienen deberes atrasados, después de año y medio de paralización de la inversión TIC y la renovación mínima del parque instalado. Ahora, con la nueva legislatura, parece que comenzarán a materializarse las primeras medidas.
¿Cuáles son los planes de Toshiba Iberia de cara al futuro?
Como oportunidades de negocio, destacamos el ámbito de la seguridad y el cloud o la eclosión de proyectos IoT a nivel empresarial. En este sentido, cobrarán protagonismo la tecnología de escritorio virtual y los desarrollos sectoriales relacionados con soluciones IoT empresariales. Nosotros disponemos de servicios revolucionarios basados en ordenadores portátiles, tales como Toshiba Mobile Zero Client, la primera tecnología que permite disponer de equipos sin disco duro ni sistema operativo y de máxima seguridad.