
El primer cargamento de vacas ha llegado a Qatar por aire. Los bovinos han salido desde una granja alemana, aunque en principio esta será el único envío desde tierras europeas. Se espera que lleguen alrededor de 4.000 vacas para cubrir parte de la demanda de leche que ha quedado descubierta en el pequeño país de 2,6 millones de habitantes.
La escasez de leche en Qatar se ha convertido en la nota predominante desde que los gobiernos de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Egipto y Yemen anunciaran que suspendían sus relaciones diplomáticas y comerciales con Qatar, acusando a Doha de "apoyar el terrorismo".
Qatar es un país extremadamente dependiente de las importaciones, dado su pequeño tamaño y su fuerte especialización en la producción de gas. Aún así, algunos empresarios del país ya están tomando medidas para diversificar rápidamente la economía de Qatar.
Llegarán más de EEUU y Australia
Se espera la llegada de hasta 4.000 vacas. Los envíos incluirán vacas de Australia y EEUU, y deberían llegar cada tres días, según ha asegurado el portavoz de la compañía Power International Holding el martes. En total, se espera que el transporte aéreo de bovinos cope casi toda la demanda de leche.
Antes de la congelación de las relaciones comerciales con sus vecinos, la mayor parte de la leche fresca y los productos lácteos para los 2,6 millones de habitantes de Qatar era importada de Arabia Saudí. Cuando todas las vacas que ha comprado el presidente de Power International, Moutaz Al Khayyat, lleguen, su marca de leche satisfará alrededor del 30% de las necesidades del país, según aseguró en una entrevista el mes pasado.
La marginación a la que están sometiendo a Qatar ha obligado a las autoridades a recurrir a nuevas rutas comerciales de emergencia que pueden tener un elevado coste, por lo que Al Khayyat ha visto necesario reducir esta dependencia del exterior con la compra de miles de vacas, una idea que sale de los ordinario, pero que podría suponer un nuevo negocio en el país.
No obstante, este empresario se enfrenta a un problema fundamental. Qatar es una gran llanura baja y estéril que está cubierta de arena, por lo que no es el lugar más idóneo para práctica de la ganadería, lo que podría incrementar los costes de alimentación y conservación de estos animales.