
El diario económico The Wall Street Journal (WSJ) cerrará sus ediciones en papel que se distribuyen fuera de Estados Unidos, en un proceso que busca ahorrar costes para centrarse en las suscripciones digitales.
Según han confirmado fuentes de la compañía a su rival histórico, el Financial Times, aunque el periódico ya no se podrá encontrar en los puntos de venta europeos, la empresa aún no se ha decidido sobre si mantener el envío de copias por correo ordinario a los suscriptores que sigan demandando la edición física. Actualmente, el WSJ llega a 510.000 lectores en el Viejo Continente.
En el caso de Asia, el periódico propiedad de la News Corp. de Rupert Murdoch podría aliarse con alguno de sus socios en la zona para compartir la impresión. Actualmente cuenta con 273.062 lectores en la región, según datos facilitados por la propia compañía.
Por su parte, en Australia se distribuyen algunas páginas del The Wall Street Journal en el diario The Australian, también propiedad de Murdoch.
Fuentes de la compañía afirman que han duplicado sus suscripciones en Asia en el último año, y han aumentado un 48% en Europa. En total, en el primer trimestre este diario, líder de circulación en Estados Unidos, sumó 118.000 suscriptores, mientras que entre marzo de 2016 y el mismo mes de 2017 consiguió 305.000 suscriptores digitales. El perfil del suscriptor es hombre (79%), de más de 50 años (88%), con estudios universitarios (92%) e ingresos superiores a los 100.000 dólares anuales (70%).
Además, en su edición impresa en Estados Unidos ha reducido en los últimos meses el número de páginas, menguando los costes en papel, y ha recortado la plantilla.
The Wall Street Journal intenta adaptarse de esta forma a la fuerte caída de ingresos por publicidad en los últimos años - en el tercer trimestre de 2016, perdió un 21% de ingresos por publicidad en comparación con el mismo periodo de 2016. Al margen de la crisis económica, los anunciantes diversifican en mayor medida qué canales usan para hacer llegar sus mensajes a los clientes, con formatos que permiten llegar a un público más segmentado, como las redes sociales.