
Prisa tiene ya nuevo consejero delegado. Liderados por Amber, los accionistas críticos de la compañía -HSBC, Caixabank y Santander suman junto al fondo el 38,2% del capital- han conseguido su objetivo, forzando al presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, a dar un vuelco en la gestión. Así, José Luis Sainz será sustituido el próximo mes de septiembre como número dos por Manuel Mirat, que desde 2015 era consejero delegado de el País y de Prisa Noticias.
Aunque al finalizar la junta de accionistas, Cebrián aseguró en declaraciones a los medios que él se mantendrá en el cargo como máximo ejecutivo hasta diciembre de 2018, tal y como marca su contrato, fuentes próximas al consejo dan por hecho que se irá antes.
La posibilidad de que Cebrián deje su cargo y los poderes ejecutivo en el próximo año formaría parte de una serie de acuerdos alcanzados entre los accionistas críticos, capitaneados por Amber, y el resto del consejo. Así, a cambio de la cabeza de Sainz, la junta ha aprobado la retribución de Cebrián y sus consejeros con un 92% de los votos, es decir, que Amber finalmente ha respaldado el sueldo del primer espada a pesar de haberlo criticado duramente y haber maniobrado para incluir su revisión en los puntos de la Junta de Accionistas. El plan de retribución 2017-2019 incluye las indemnizaciones por despido de los consejeros ejecutivos. En el caso de Sainz, que dejará el grupo en septiembre, le corresponde 15 meses de salario fijo (750.000 euros al año) y de variable (750.000 euros), lo que supone un mínimo de 1,8 millones de indemnización.
En su discurso de despedida, Sainz agradeció a Cebrián "la confianza que depositó en mí cuando me ofreció el cargo de consejero delegado, confianza que se ha mantenido hasta el día de hoy" y lanza una clara advertencia a los acciones ante la batalla abierta en el capital. "Los retos del futuro de la compañía requieren un accionariado robusto y alineado, sin fisuras, capaz de liderar el proceso, y un equipo de gestión suficientemente respaldado y con margen de maniobra para realizar su trabajo", aseguró de forma tajante. Asimismo, señaló a su sucesor, Manuel Mirat, como un hombre con "capacidad profesional, entusiasmo y empatía" ensalzando su ?magnífico trabajo desarrollado en prensa?. ?Confíen en él, apóyenle, ya que desarrollará un trabajo excelente?, reclamó.
Mirat, que inició su carrera en Arthur Andersen, llegó a Prisa en 1997, donde ha asumido hasta ahora diferentes funciones corporativas, entre ellas la dirección financiera. Entre otros cargos ha sido consejero delegado de Prisacom, director general de Operaciones de Sogecable, director general de Canal+ y desde hace tres años máximo responsable de El País. En un candidato de consenso, que cuenta con el visto bueno de Cebrián, pero cuyo nombre ha impuesto Amber, con el apoyo de otros accionistas, ante la gravísima situación financiera que atraviesa Prisa.
"Ayuda para cumplir"
Su reto como nuevo consejero delegado ahora por sanear el grupo para que vuelva a la senda de los beneficios, haciendo frente a los compromisos de deuda para evitar la ejecución de garantías por parte de los acreedores. Prisa necesita conseguir 956,5 millones de euros en apenas un año para afrontar el pago de la deuda que vence y evitar que los fondos buitre -Angelo Gordon, Och-Ziff y Avenue controlan dos tercios de la deuda- se repartan lo que queda del grupo. Y el problema es que al no haber conseguido ofertas suficientemente atractivas por Santillana, todo depende ahora de la venta de la filial portuguesa Media Capital, por la que pide unos 450 millones de euros. Una cantidad que la francesa Altice, la firma interesada en el activo, no está dispuesta a pagar.
Los problemas que está teniendo Prisa para cerrar la venta de activos y así poder cumplir con los acreedores no son ningún secreto. No en vano, el propio Cebrián pidió "ayuda" y "comprensión" a los fondos buitre que tienen dos tercios de su deuda crediticia de 1.540 millones para poder afrontar los pagos. "Quiero reiterar nuestra decisión de proceder a las desinversiones necesarias, y a cuantas operaciones sean precisas, para hacer frente a las obligaciones crediticias, siempre y cuando contemos con la complicidad y ayuda de nuestros acreedores", aseguró Cebrián antes de apuntar que estos "no puede de ninguna forma mostrarse insensibles (...) a los esfuerzos de la empresa por restaurar el equilibrio de nuestro balance".
Cebrián, que como todos los años recibió las críticas del comité de empresa por su gestión, los elevados bonus y la nueva política de contratación, centró su discurso en el diario El País y obvió el resto de los negocios, que están en venta.