
El Corte Inglés está ultimando la creación de una comisión de nombramientos y retribuciones, que se sumará a las dos que se han creado ya lo largo del último año: la ejecutiva y la de auditoría y control. El objetivo del gigante del comercio es reforzar con ello la gestión y dejar a la empresa preparada para una hipotética salida a bolsa en un futuro, algo que según dijo el pasado viernes su presidente, Dimas Gimeno, "no se descarta".
De hecho, durante una conferencia ante el Círculo de Economía en Sitges (Barcelona), Gimeno fijó como objetivo del grupo trabajar "lo antes posible" como si fuese una empresa cotizada, asegurando que el consejo valorará dar el salto a la bolsa "en el momento que toque".
En este sentido, y al margen de la nueva comisión de nombramientos y retribuciones, que según confirman fuentes oficiales de El Corte Inglés "se constituirá a corto plazo", el pasado febrero el consejo de administración del grupo decidió por unanimidad la creación de una nueva comisión ejecutiva delegada, de la que forman parte, además de Gimeno, los consejeros Marta Álvarez, Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echavarría.
Asimismo, y tras la última junta de accionistas, celebrada en agosto del pasado año, la empresa puso en marcha también una comisión de Auditoría y Control, que preside desde ese momento Manuel Pizarro y que está integrada asimismo por Cristina Álvarez y Paloma García Peña, en representación de la sociedad Cartera Mancor.
Este refuerzo en los órganos de administración no implica, sin embargo, que vaya a producirse un salto al parqué de forma inminente. De hecho, parece poco probable que pueda ocurrir a corto plazo. El hecho de que El Corte Inglés esté adoptando estos pasos obedece, al margen de un refuerzo en la gestión diaria, a una adaptación a las cláusulas establecidas en el contrato firmado en julio de 2015 con el jeque catarí Hamad al Thani -otorgó un préstamo de 1.000 millones convertible obligatoriamente en acciones al cabo de tres años-, con lo que éste tiene la potestad de decidir en el verano de 2018 si plantea la OPV de El Corte Inglés, que tendrá a partir de entonces dos años de plazo para tomar una decisión al respecto. El parqué no es algo desconocido para la compañía, que lo ha utilizado ya en el pasado para financiarse a mejor precio a través de emisiones de pagarés en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF).
El contrato con el jeque
Tal y como adelantó elEconomista el pasado sábado, en el caso de que el grupo decidiera finalmente no llevar a cabo la OPV, el jeque podría obligar a la empresa a recomprarle sus acciones. Al Thani tendrá dentro de un año un 12,5% del capital, porque aunque el préstamo se concedió a cambio de un 10% de la autorcartera, hay que tener en cuenta también que hay un cupón anual del 5,25% pagadero en acciones, que le dará otro 2,25% adicional del capital. Y es un porcentaje que podría llegar incluso al 15,5% de las acciones en el caso de que El Corte Inglés no cumpliera determinados ratios previamente establecidos. De momento, el grupo registró en 2015 el mayor crecimiento de las ventas y de beneficio desde 2007. La cifra de negocio aumentó un 4,3%, hasta 15.219,84 millones y el resultado neto subió un 33,92%.
A la espera de cuál será su participación definitiva, Al Thani se situaría en cualquier caso como tercer accionista, sólo por detrás de la Fundación Ramón Areces, propietaria del 37,7%, y de Cartera Iasa, que reúne a los herederos del expresidente Isidoro Álvarez; su sobrino y sucesor, Dimas Gimeno, y sus hijas, Marta y Cristina Álvarez, con otro 22,1%.