Empresas y finanzas

Las financieras fichan a EY para que sus cúpulas superen el examen del BCE

Asnef se apoya en la firma de servicios para formar a consejeros y directivos

Después de analizar la salud de la banca con los test de estrés y revisar la calidad de sus activos, el Banco Central Europeo (BCE) puso en la diana a los equipos de gestión. La nueva regulación, mucho más exigente en cualquier parámetro que se analice frente a las reglas precrisis hace descansar toda decisión sobre las espaldas de los consejos de administración y equipos directivos. Bajo este prisma, el Mecanismo de Supervisión Única (Mus) incorporó entre las labores de control, comprobar la cualificación e idoneidad de los mandos bancarios.

El primer chequeo, a través de entrevistas individuales, cubrió a las entidades significativas, con énfasis especial en presidentes y miembros de la comisión de auditoría y de retribuciones. Este año, apoyándose en los supervisores nacionales, ha comenzado a pasar el temario a los gestores de las financieras y el resto de entidades vigiladas por el Banco de España.

Entrevistas personales

La patronal del sector de los establecimientos financieros de crédito Asnef ha contratado a la firma de servicios profesionales Ernst & Young para poner en marcha un programa de formación que ayude a consejeros y alta dirección con el escrutinio del supervisor.

La formación, que estará certificada por Asnef, se ofrece indistintamente a cualquier entidad, si bien con foco especial en sus asociados, los establecimientos financieros.

La dimensión de la crisis, reparada a golpe de ayudas en medio mundo para evitar el colapso de numerosas entidades financieras, movió a los reguladores de imponer un refuerzo en capital, saneamientos y, sobre todo políticas de riesgos, impensable antes de eclosionar con el detonante de la subprime estadounidense. Bajo el empeño de que el contribuyente no vuelva a tener que correr con la cuenta por las debilidades en bancos, las cargas sobre la responsabilidad viran hacia su directiva como nunca antes. Y es aquí donde el supervisor ha establecido un filtro fino que le permite desaprobar el nombramiento de gestores cuyo currículum no le resulte adecuado para un puesto de tal responsabilidad o, incluso, desalojarlos si ya figuran en nómina o consejo de suspender su chequeo.

La exigencia es que cuente con la honorabilidad requerida -no hayan sido condenados-, la idoneidad y formación adecuada e, incluso, el Mus desea que la procedencia y cualififación de los consejeros sea diversa para enriquecer la toma de decisiones.

Con la convicción de que la buena gobernanza de las entidades garantiza la supervivencia mejor que un colchón holgado de capital o baja exposición al riesgo, el Mus ha adoptado una supervisión mucho más intrusiva de la existente con anterioridad. En su labor de comprobación del buen funcionamiento de los órganos de gobierno incluye, incluso, la asistencia a ciertas reuniones del consejo de administración para comprobar si los temas analizados y sobre los que se adoptan decisiones suscitan debates o todo se aprueba sin más.

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