El banco francés ha registrado un beneficio neto de explotación de 183 millones de euros en el tercer trimestre de 2008, lo que supone una caída del 83,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. Estos resultados son mucho peores de lo esperado, ya que el consenso de los analistas consultados por Bloomberg esperaba un beneficio de 581 millones de euros.
Según señala la entidad financiera en un comunicado, los beneficios del trimestre se vieron afectados por el agravamiento de la crisis financiera y el aprovisionamiento prudente de activos de riesgo. Así, Société <:GLE.PA:> registró unas depreciaciones de 1.400 millones de euros en el trimestre, incluyendo 447 millones relacionados con Lehman Brothers y 453 millones ligados con las monoline americanas. El banco ha decidido no utilizar las nuevas normas contables que sí empleó Deutsche Bank para evitar pérdidas.
En los primeros nueve meses del año, el resultado alcanzó los 1.923 millones de euros, un 55,3% menos que el año pasado, mientras que el beneficio por acción en este periodo se situó en 3,36 euros.
Reducir su exposición al riesgo
No obstante, el grupo galo ha asegurado que mantiene unos resultados comerciales "satisfactorios" y que sigue comprometido a "reducir de manera sustancial sus exposiciones al riesgo, a controlar estrictamente los riesgos de mercado y a mostrar una alta solvencia".
En Francia, el grupo asegura tener un resultado "fuerte" en un contexto "difícil" marcado por el rechazo de los clientes a los productos bursátiles y por los efectos negativos en los márgenes de interés de las subidas sucesivas de las tasas de ahorro reglamentadas.
Por otro lado, afirma que se está atenuando el impacto del fraude de 4.900 millones cometido a principos de año por un broker de la entidad y el número de apertura de cuentas recupera progresivamente un ritmo sostenido.
En su red internacional, el banco han informado que su crecimiento sigue siendo "dinámico" pese a la reciente volatilidad de los mercados. En este contexto, augura que la degradación del ambiente económico seguirá teniendo efectos desfavorables sobre la situación financiera de hogares y empresas. Para intentar dichos efectos, Société Générale acometerá reducción de riesgos en el mercado francés, así como una política "selectiva" de concesión de créditos en países como Rumanía o Rusia y una cartera de préstamos a grandes empresas diversificada y de tamaño razonable.