
El sector energético espera que las grandes eléctricas y los fondos de inversión se hagan con el grueso de la potencia renovable que hoy subasta el Ministerio de Energía, presentando ofertas de gran tamaño con el máximo descuento admitido, que anula la percepción de ayudas a corto plazo, pero garantiza una retribución razonable durante 25 años. La eólica debería ser la tecnología ganadora, por el particular diseño del concurso.
Hoy se celebra la subasta por ayudas a la inversión para un cupo de 2.000 MW de potencia renovable tecnológicamente neutra, es decir, las distintas fuentes verdes competirán entre sí; ganarán los proyectos que ofrezcan un mayor descuento sobre dichas ayudas y generen un menor coste para el sistema eléctrico y los consumidores.
Esta competencia entre renovables se limita realmente a la eólica y la solar fotovoltaica -las demás no tienen opciones- y las reglas de la puja prácticamente garantizan que los concursantes ofrezcan descuentos máximos: con rebajas menores del 6% ganan los proyectos eólicos; desde ahí hasta el ciento% ganan los fotovoltaicos muy grandes, pero en caso de empate en la máxima reducción, gana otra vez la eólica, porque en el desempate tienen ventaja las plantas que generen más horas, que son las movidas por el viento.
1.000 MW más si sale gratis
El citado cupo de 2.000 MW puede ampliarse hasta 3.000 MW, "si el resultado de la subasta ofrece precios competitivos", según reza un comunicado de prensa remitido ayer por Energía. El mecanismo para añadir esos 1.000 MW adicionales es confidencial, pero en el sector se da por sentado que sólo se activará si las ofertas al máximo descuento -que renuncian a las ayudas- superan el cupo original de 2.000 MW, y sólo hasta que empiecen a tener un coste para el sistema eléctrico. Por eso se comenta que la fotovoltaica únicamente se adjudicará algún proyecto si la eólica no copa los 3.000 MW en almoneda.
Los ganadores, aunque renuncien ahora a las ayudas, accederán a un régimen regulado que les otorgará una rentabilidad razonable durante 25 años y les protegerá de fuertes vaivenes del mercado.
Un lote de 200 MW
Por otro lado, el tamaño de la oferta máxima indivisible es un lote de 200 MW, que luego puede repartirse entre los proyectos que los ganadores consideren oportuno, de modo que las reglas priman la participación de agentes fuertes, con una importante cartera de proyectos; Endesa, Gas Natural Fenosa e Iberdrola han anunciado su participación, y se espera también que acudan fondos inversión.