
La sede central de Orange en España en Madrid, situada en Pozuelo de Alarcón, en el parque empresarial La Finca, cuenta con las oficinas más modernas del grupo en todo el mundo. Bajo el apellido de oficinas flexibles, este nuevo espacio de trabajo forma parte de un plan mucho más ambicioso que pretende establecer en la compañía un nuevo modelo de trabajo, según explica Francisco Javier del Agua, director de Inmuebles e Infraestructuras de Orange España.
"Las oficinas, aunque importantes, son sólo una parte del cambio cultural que está implantando la compañía" y que se planteó tras la compra de Jazztel. Tras esta operación, "teníamos que fusionar dos culturas en un único espacio y fue el momento idóneo para arrancar el cambio", explica el directivo.
El diseño y la operativa de estas recién estrenadas oficinas está relacionado con el mercado al que pertenece Orange. "En nuestro sector estamos inmersos en un nuevo entorno, necesitamos un mundo totalmente digital, conectado y en continuo cambio tecnológico. Está cambiando la forma de compra de los clientes y también hay nuevos competidores en el mercado que no existían antes". "Para adaptarnos a este nuevo entorno se requiere una nueva forma de trabajo y necesitamos que sea una actitud permanente", incide Del Agua.
Por eso, el grupo, que inicialmente ha implantado este modelo en uno de los siete edificios que ocupa en La Finca, va a trabajar para extenderlo al resto de inmuebles en los próximos 18 meses.
"Hemos empezado por el edificio 5, donde trabajan unas 750 personas en 7.800 metros cuadrados dentro de este complejo, en el que tenemos en total 38.000 metros cuadrados, que acogen actualmente a unos 2.600 empleados". Las oficinas de Orange en Sevilla también se han sumado ya a esta transformación.
Para poder llevar a cabo la reforma del resto de inmuebles, la compañía mantiene en alquiler alrededor de 3.000 metros cuadrados más con los que jugar para mover progresivamente a los empleados de cara a las futuras remodelaciones, sin afectar al funcionamiento habitual de la compañía.
Espacios abiertos y ambientes distendidos
Para sus nuevas oficinas, Orange ha optado por espacios abiertos, ambientes distendidos para reuniones y zonas de descanso, todo ello con modernos diseños. Además, se ha sumado a la moda de eliminar los puestos fijos e implantar las taquillas en su sede. Con estas medidas se pretende dar carpetazo al papel en la oficina, cuyo uso se disminuye notablemente con este sistema. "Hemos reducido a la tercera parte las áreas de reprografía, dejando una máquina por cada 122 empleados". " Se trata de un ratio muy agresivo y por otro lado, alineado con todo esto, redujimos el espacio de almacenaje mas o menos a un 30 por ciento. Ni siquiera nos dio tiempo a instalar todos los armarios que habíamos planteado, vimos que sobraba espacio".
"El objetivo primordial era ser más ágiles, más flexibles y trabajar de una forma mucho más colaborativa para explotar al máximo la creatividad de los empleados", para ello "necesitamos que la gente realmente se encuentre bien en su puesto de trabajo", destaca Del Agua.
Además, la firma quería que los "empleados pudieran tocar la experiencia del cliente y hemos instalado en todos los hall una tienda de Orange. No vendemos, pero tiene el mismo suelo, el mismo techo y las ofertas que cambian cada semana". "Ahora los empleados ven de primera mano lo que ven nuestros clientes".