
El sector del gran consumo ha lanzado esta mañana una voz de alarma. Durante la celebración en Barcelona de la asamblea de AECOC (la mayor organización de fabricantes y distribuidores) su presidente, Javier Campo, aseguró que pese a la clara mejora de la economía en los últimos dos años, "el consumo se va a ralentizar y es difícil que la economía española crezca más de un 1,6%".
Campo mostró su satisfacción porque "toda la mejora económica está repercutiendo en el empleo y eso ha permitido subir el índice de confianza de los consumidores", señalando también que , "la renta bruta disponible ha recuperado el nivel de 2008".
Los problemas estructurales de España
No obstante, apuntó también que existen graves problemas estructurales que siguen sin solucionarse, "como son el alto nivel de desempleo, la elevada deuda externa, de las cinco más altas del mundo, la cuestión demográfica y la baja competitividad".
El presidente de AECOC hizo especial hincapié en este punto y tras señalar que "hubo una espectacular subida de los salarios antes de la crisis, con la consecuente pérdida de competitividad", señaló que es poco probable que se pueda incrementar ahora ajustando únicamente los costes laborales, en un entorno además de inflación. "En AECOC estamos convencidos de que sólo a través de la mejora de la productividad vamos a poder avanzar hacia un modelo español más competitivo y, para ello, tenemos dos palancas claves: la innovación y la formación" , aseguró Campo.
Para el sector del gran consumo, los riesgos están ahora mismo en el aumento de la inflación y un posible incremento fiscal. Según AECOC, "la decisión del Gobierno de descartar una posible subida del IVA ha sido determinante para que la demanda interna haya tirado con fuerza el año pasado. Por ello, el tejido empresarial vive con temor las continuas peticiones de organismos internacionales de gravar con más impuestos al consumo, o bien de aumentar la presión fiscal por otras vías, lo que podría deteriorar el crecimiento económico, el empleo y el consumo".