El plano fiscal jugará un papel muy relevante en la lucha por captar empresas de Londres tras la desconexión del Reino Unido de Europa.
España lleva meses trabajando en un plan de actuación en el que están implicados importantes administraciones y organismos como la CNMV, el Tesoro o el Icex. La Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI) y también grandes patrimonialistas como Merlin, están trabajando mano a mano con la Comunidad de Madrid y con el Ayuntamiento para defender la capital española como la principal alternativa de las grandes compañías en su fuga de Londres.
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Sin embargo, a pesar de que la colaboración público-privada está siendo muy activa, desde el sector inmobiliario reclaman un plan urgente de actuación en el terreno fiscal. "La descripción romántica de nuestras ciudades como destino ideal para vivir no es suficiente", aseguran.
"La guerra se moverá en el terreno impositivo y no podemos quedarnos atrás, ya que otros países están diseñando ya un plan de actuación para beneficiar la entrada de las empresas", indican importantes actores del sector a este medio. Así, creen que es imprescindible diseñar una fiscalidad favorable para las rentas más altas y entre sus propuestas se encuentra la de recuperar la conocida como Ley Beckham, que se refiere al Real Decreto 687/2005.
Esta normativa estuvo vigente en España entre 2005 y 2010 y permitía a los extranjeros que se mudasen a nuestro país a trabajar el tributar como no residentes. Esto implicaba una reducción en el pago de los impuestos, al tributar al tipo general fijo del 24 por ciento, mientras que el máximo por aquel entonces estaba en el 43 por ciento.
En el otro lado, en el empresarial, creen que sería adecuado aplicar el despido gratuito para estos altos directivos, ya que se trata de cargos que se asumen por periodos cortos -unos cinco años- y que no tienen problemas de rotación.
"Tenemos que ser muy agresivos fiscalmente hablando, de ello dependerá el éxito de nuestro país", advierten.
La agilidad administrativa y las políticas urbanísticas son factores que también ponen en riesgo la llegada de nuevas empresas. "Desde el sector pedimos a gritos que la Administración acelere la aprobación de las licencias para que se construyan productos inmobiliarios cuando hacen falta", explica Humphrey White, director general de Knight Frank en España.
"Soy un gran creyente de que contamos con todos los ingredientes y tenemos promotores y propietarios con capacidad para construir edificios llave en mano para cualquier compañía y también suelo disponible", asegura el directivo, que coincide con Merlin en que "podría mejorarse con incentivos tanto a empresas como a particulares". Concretamente, White considera que "el Gobierno central y el local debe implementar algún tipo de ayuda fiscal para al menos facilitar la primera etapa de estas compañías en España".
"En cada ciclo nos gana Irlanda, porque implementa ayudas mucho más tangibles para atraer a las empresas. No solo hablo del Brexit, me gustaría que pensáramos en cómo ser un país más atractivo a nivel global".
Martí Fluxá, por su parte, cree que además de las ventajas fiscales es imprescindible "garantizar la seguridad jurídica, así como la clasificación del bono español con una apreciación positiva".
Todo esto sumado a "las impecables infraestructuras que tenemos", nos sitúa como una ciudad de referencia. De hecho, el presidente de la ACI cree que Madrid "puede ser un hub importantísimo vía a Sudamérica" y además de atraer a entidades financieras puede ganar importancia a "nivel logístico y de compañías de utilities y de telefonía, ya que "hay muchas empresas que quieren utilizar Madrid para tener un foco de proyección tanto hacia Asia como a Emea".
Competitividad y calidad de vida
La disponibilidad de metros cuadrados de oficinas y su calidad es otro de los puntos que juegan un papel crucial para convencer a las grandes corporaciones. Según Martí Fluxá, la capacidad de absorción inmediata de Madrid es de 250.000 metros cuadrados y la mediata supera el millón de metros cuadrados, si bien, tanto el presidente de la ACI como el director general de Knight Frank, creen que las mudanzas reales no se darán hasta dentro de dos años.
El espacio no es un problema, según el sector, ya que esperan que Madrid capte hasta 80.000 metros cuadrados de oficinas y actualmente la Capital cuenta con grandes bolsas de suelo disponibles para promover nuevas oficinas, como las que se localizan en Ciudad Pegaso o Valdebebas. Además, el Ayuntamiento de Madrid ultima un acuerdo con Distrito Castellana Norte, que en su propuesta contempla más de un millón de metros cuadrados de uso empresarial, una cifra que está en negociación.
Entre las ventajas de España también destaca la competitividad de Madrid en las rentas. Así, Merlin pone en evidencia que "el coste de las oficinas, no solo la renta sino la parte de gastos comunes que pagan los inquilinos, es, junto con Luxemburgo y Ámsterdam, el más bajo, siendo estas últimas dos ciudades demasiado pequeñas para poder competir, ya que su disponibilidad actual de metros de oficinas es muy inferior a la de Madrid".
"Un metro cuadrado de oficinas en Madrid en una ubicación prime es prácticamente una tercera parte de lo que cuesta en Londres y la mitad de lo que cuesta en París", asegura Martí Fluxá.
La socimi considera que la Capital "se trata de una de las ciudades con mejor calidad de vida, además de contar con el menor coste en prácticamente todos los aspectos, como en sanidad, educación, ocio, cesta de la compra o vivienda".
"A día de hoy, ubicarse en Madrid es ubicarse en una de las principales ciudades occidentales de negocio, vinculada tanto al mercado europeo como al americano, y ofreciendo un dinamismo económico a la altura de las grandes plazas comerciales", asegura Jesús Conde, de Araoz & Rueda.
El talento es otro de los puntos fuertes de España, ya que "hay una bolsa enorme de gente joven y muy preparada. Diría que es la generación mejor formada de la historia de España", destaca Martí Fluxá, que además incide en que "los márgenes salariales son inferiores a los que hay en otros lugares de Europa".
Todas estas características están llamando la atención de grandes empresas "especialmente del sector tecnológico y el bancario", explica Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet.