
La aerolínea alemana Lufthansa tuvo en 2016 un beneficio neto atribuido récord de 1.776 millones de euros, un 4,6% más que en 2015, por extraordinarios y tras reducir costes.
Lufthansa, que ya ha llegado a acuerdos con los pilotos sobre las subidas salariales y las pensiones, informó hoy de que el beneficio operativo mejoró el pasado ejercicio un 35,7%, hasta 2.275 millones de euros, pero la facturación se redujo en 2016 un 1,2%, hasta 31.660 millones.
"El grupo Lufthansa continúa desarrollándose con éxito", dijo el presidente de la junta directiva, Carsten Spohr. "Estamos de nuevo en una posición más fuerte hoy que en la que estábamos hace un año y de nuevo una vez más pudimos convencer a nuestros clientes de la calidad y el atractivo de nuestros productos y servicios", añadió Spohr.
La junta directiva propondrá en la próxima junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 0,50 euros por acción. Las acciones de Lufthansa subían un 3,1%, hasta 14,86 euros, en los primeros compases de la negociación de la Bolsa de Fráncfort.
Spohr destacó los esfuerzos de Lufthansa para reducir costes y mantener los márgenes de rentabilidad, así como que todos los segmentos de negocio se desarrollaron positivamente en sus respectivos mercados.
El transporte de pasajeros es el que más contribuyó al beneficio de Lufthansa con un beneficio operativo de 2.095 millones de euros, un 43% más. Lufthansa, que adquirió el año pasado completamente Brussels Airlines y llegó a acuerdos de alquiler de aviones con Air Berlin, tiene un flujo de caja operativo de 3.246 millones de euros, un 4,3% menos.
En el cuarto trimestre mantuvo la facturación pero tuvo una pérdida neta de 75 millones de euros, un 50% más elevada que en el mismo periodo de 2015. Los costes de material se redujeron en 2016 un 3%, hasta 17.109 millones de euros, de ellos 4.885 millones fueron costes por queroseno (un 15,5% menos). Los costes de personal se redujeron a 7.354 millones de euros (un 8,9% menos).
Pero las provisiones para pensiones subieron un 26%, hasta 8.400 millones de euros, pese a los acuerdos alcanzados ya el año pasado con el personal de cabina y debido a una caída de las tasas de descuento actuariales. Los costes de material representan un 53,9% del total de los costes, los de combustible un 15,4% y los de personal un 23,2%. Para 2017, prevé que aumenten los costes de combustible en 350 millones de euros.
Spohr hizo hincapié en que en 2017 es necesario reducir más costes, porque es la única manera de compensar la bajada de los ingresos por unidad y el aumento de los costes por combustible y mantener al mismo tiempo la estabilidad financiera y la capacidad de inversión.
Lufthansa cifró los costes de las huelgas que secundaron los pilotos el año pasado en 100 millones de euros. Los acuerdos sobre el pago de pensiones al personal de cabina y a los pilotos tienen un efecto positivo en el balance y hacen a Lufthansa menos dependiente de los tipos de interés.
La bajada de los tipos de interés había presionado el resultados de la aerolínea alemana. Lufthansa invirtió el año pasado 2.200 millones de euros, un 13% menos que un año antes, por los retrasos en los suministros de aviones nuevos, por ello aumentó el flujo de caja.