Empresas y finanzas

Las aseguradoras, en contra de que el Gobierno permita a la banca tener varios socios

  • La nueva ley abre la puerta a distintos aliados en bancaseguros

La decisión del Gobierno de abrir la puerta a que la banca tenga varios socios suministrando pólizas en sus sucursales ha sublevado al sector asegurador, obligado a romper alianzas a marchas forzadas en los últimos años porque la ley imponía justo lo contrario. A las aseguradoras les preocupa que un giro tan radical devalúe sus acuerdos y han pedido al Gobierno no alterar las reglas de juego como proyecta en la futura ley de distribución.

La patronal Unespa ha instado al Ejecutivo que no dinamite la norma vigente durante la fase de audiencia del anteproyecto de la futura norma, previo acuerdo en su seno entre las compañías, explican fuentes al corriente del proceso.

La ley actual 26/2016 establece en su artículo 25 que "la entidad de crédito o establecimiento financiero de crédito solo podrá poner su red de distribución a disposición de un único operador de banca-seguros". Una prohibición que omitía el anteproyecto de la futura norma, dejando espacio a que se fraccionase la red y la banca pudiese introducir aseguradoras diferentes para distintas áreas o nichos de clientes. La raya roja sería, conforme al redactado propuesto, la imposibilidad de que coexistiesen dos proveedores en la misma sucursal.

Que se dejase caer la limitación provocó sorpresa en la industria y ciertas suspicacias. Algunas fuentes lo vinculan con la previsible absorción de BMN por parte de Bankia. El grupo liderado por Caja Murcia trabaja con Aviva en el ramo de Vida y con Caser en generales, mientras que Mapfre es el proveedor único y exclusivo en la red de Bankia.

La ruptura de acuerdos supone fuertes desembolsos para el banco, algo que a buen seguro deberá encarar la entidad que absorba BMN.

Si es la filial cotizada de BFA, como baraja el Gobierno, la factura recaerá sobre la nacionalizada, propiedad en un 65 por ciento del Estado y que ya ha recibido más de 22.000 millones en ayudas públicas -a sumar a los 1.600 millones percibidos en su día por BMN-.

No sería la primera vez que el Estado soporta indemnizaciones así. El fondo de rescate (Frob) encajó casi toda la compensación en Abanca -Aviva fue compensada con 267 millones por deshacer su acuerdo con la antigua Novagalicia- y este mismo asegurador británico se embolsó otros 608 millones en Bankia, cuando este banco eligió a Mapfre en detrimento de Aviva. Algunas fuentes sostienen que permitir a dos aseguradoras convivir tenía por objetivo ahorrar una nueva factura, mientras otras fuentes se inclinan por la imposibilidad de que sea factible si el contrato privado deja claro la alianza en exclusividad.

Fusión BMN y Bankia

A fecha actual, el único acuerdo sin resolver es en el grupo Unicaja. La entidad malagueña opera con Aviva en vida, pero su filial España Duero lo hace con Mapfre en este ramo, mientras que Caser es el proveedor en generales de ambos.

La prohibición de conservar varios socios en bancaseguros para un mismo ramo precipitó decenas de rupturas de acuerdos a raíz de la avalancha de fusiones de antiguas cajas de ahorros, cada una con sus propios aliados en vida y no vida. Los grupos resultantes de esa consolidación tuvieron que encarar miles de euros en indemnizaciones y las aseguradoras afectadas -Mapfre, Aviva, Caser, Zurich, Reale, CPN, Aegon, Groupama, etc- recomponer su estrategias y negocio.

Algunas compañías se hicieron fuertes en un canal con fuerte capacidad de distribución en productos como hogar o vida, fáciles de suscribir para los bancos al contratar hipotecas, pero otras se vieron forzadas a replantearse toda su estrategia, reducir estructuras para adaptarse al menor caudal de ingresos y abrirse a otros canales.

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