
María Ángela Holguín, ministra de Asuntos Exteriores de Colombia, está "ilusionada" porque cree que puede "avanzar y llegar a un acuerdo" con Gas Natural Fenosa (GNF) en relación a Electricaribe, su filial de electricidad en el país, que está intervenida por las autoridades desde el pasado 14 de noviembre. El Gobierno, afirma, "tiene la mejor voluntad" porque "no es positivo" para la relación con España que una empresa "salga mal" de Colombia.
La canciller hizo estas declaraciones este miércoles en Madrid, durante su intervención en el Foro España Internacionalización, organizado por Nueva Economía Fórum. Se da la circunstancia de que su visita se produce sólo dos días antes de que GNF esté legalmente autorizada para presentar una demanda en el Ciadi, la corte de arbitraje del Banco Mundial, de acuerdo con el calendario previsto en el Acuerdo bilateral de protección de inversiones entre España y Colombia. De hecho, GNF notificó por escrito al país su intención de presentar dicha demanda hace tres meses.
Fainé y Villaseca en Colombia
Holguín reveló que es optimista desde que salió de una reunión, hace un par de semanas, entre varios miembros del Gobierno colombiano y responsables de GNF, pero no identificó a los asistentes. Según ha podido saber elEconomista, por parte de la empresa estuvieron su presidente, Isidro Fainé, y su consejero delegado, Rafael Villaseca, que viajaron desde España, coordinándose con el embajador de Colombia aquí, Alberto Furmanski, quien también participó en el encuentro, así como el titular de Minas y Energía, Germán Arce, y el de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Cuando Colombia intervino Electricaribe en noviembre, el Ministerio español de Asuntos Exteriores mostró públicamente su "preocupación" y no cabe duda de que los discretos canales diplomáticos han tenido agitación. La canciller reconoció el miércoles que la intervención ha generado "ruido" en una relación bilateral "privilegiada", con una inversión española "muy importante" que desea mantener. Por eso, dijo, "esperamos que sentándonos a la mesa se solucione".
Las declaraciones de la ministra son las primeras conciliadoras desde que Colombia intervino Electricaribe, por miedo a que la insolvencia de la subsidiaria, ahogada por las deudas, provocara apagones a 2,5 millones de consumidores.
La intervención tiene carácter temporal -originalmente eran dos meses, pero se prorrogó otros dos- y la fecha límite para que las autoridades decidan qué van a hacer con la compañía es el 14 de marzo. Hay tres posibilidades, devolvérsela a GNF, liquidarla y vender sus activos o nacionalizarla. Hasta ahora, las autoridades hablaban más de las dos últimas que de la primera.
A GNF le gustaría mantener la empresa -solicitó en diciembre por la vía administrativa que se le devolviera la gestión-, pero a cambio de modificaciones regulatorias de calado, que afectan a las obligaciones de las distribuidoras eléctricas -deben pagar a los generadores que se conectan en sus redes, soportando un gran coste ajeno- y a la imposibilidad de ejecutar cortes por impago a numerosos organismos públicos y barrios pobres.
475 millones de euros
Es el valor de Electricaribe en los libros de GNF, que dejó de consolidar la subsidiaria después de la intervención y pasó a considerarla un activo disponible para la venta. Rafael Villaseca sostuvo que la empresa "vale mucho más" durante la última presentación de resultados e insistió en su convencimiento de que "por la vía de la negociación" se pondrá en valor la inversión "con las medidas que hacen falta".