El Grupo Santander acumula unas plusvalías latentes en su participación de Bank of Shanghai de 675 millones de euros, según consta en el informe anual remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad que preside Ana Botín explica que en noviembre pasado los títulos del banco empezaron a cotizar en la bolsa, lo que supuso que, a precio de cierre de 2016, se haya producido un ajuste positivo respecto al coste registrado de 675 millones, una plusvalía latente del 133 por ciento.
A mediados de 2014, el Santander decidió comprar el paquete accionarial que HSBC tenía en el segundo banco comercial del país. La operación, por un 8 por ciento del capital, se cerró con un desembolso de 396 millones de euros. Al año siguiente, el banco español acudió a una ampliación de capital para mantener su peso accionarial por otros 109 millones de euros.
Esto supone que, a cierre de 2016, el valor de la participación en Bank of Shanghai se sitúa en 1.180 millones de euros.
Sueldos a la baja
Por otro lado, y según publicó ayer el banco, la presidenta Ana Botín cobró durante el año pasado 7,373 millones de euros en concepto de retribución fija, variable, dietas y otros conceptos, lo que supone una reducción del 2 por ciento respecto a 2015.
Según consta en el informe anual de retribuciones del banco, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, percibió durante el año pasado un total de 6,079 millones de euros, un 9 por ciento menos que los 6,67 millones recibidos el año anterior.
La parte fija del sueldo ha permanecido invariable respecto al año anterior, mientras que la parte variable se ha recortado.
Matías Rodríguez Inciarte cobró 4,623 millones, un 13 por ciento menos que en 2015, mientras que Rodrigo Echenique, el cuarto consejero ejecutivo del banco, recibió un sueldo total de 3,824 millones de euros, un 13 por ciento inferior al de un año antes.
En cuanto al coste total para la entidad del consejo de administración, sumó 25,873 millones, que compraran con los 27,01 por ciento de un año antes, lo que implica un recorte del 4,2 por ciento.
Si a la remuneración de los cuatro consejeros ejecutivos se suma la correspondiente a la alta dirección, la cifra se eleva a 79,1 millones de euros, un 2 por ciento inferior a la de 2015 y un 23 por ciento a la de 2014, cuando el banco pagó en sueldos a este colectivo 104,4 millones.
El banco señala que la evolución a la baja de las retribuciones contrasta con el aumento del dividendo, de un 5 por ciento, y el del beneficio, un 4 por ciento en 2016.
El banco también ha aportado durante el año pasado 4,77 millones a los sistemas de ahorro para pensiones. De esta cifra, 2,521 millones corresponden a Ana Botín y los restantes 2,249 millones al consejero delegado.
Tras aportaciones, la hucha acumulada para los cuatro vocales con funciones ejecutivos suma 120,78 millones de euros, de los que 48,2 millones corresponden a Matías Rodríguez Inciarte; 43,1 millones, a Ana Botín; 15,1 millones, a José Antonio Álvarez, y 14,29 millones, a Rodrigo Echenique.