
El conflicto de la estiba ha dado un giro inesperado, que ha llevado a los sindicatos a enterrar el hacha de guerra, al menos, temporalmente. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha aplazado una semana la reforma de los estibadores ante la falta de apoyos en el Congreso y el creciente número de voces que reclaman una solución pactada entre trabajadores, patronal y Gobierno para evitar la huelga de tres días de la semana que viene, que amenaza con colapsar la red de puertos españoles.
"El ministerio de Fomento está dispuesto a retrasar una semana la aprobación del Real Decreto (...) para favorecer el diálogo, si los sindicatos y la patronal se sientan a negociar", asegura el departamento que dirige De la Serna. Eso sí, el ministerio ha puesto como condición para llevar la liberalización de la estiba al Consejo de Ministros del 24 de febrero, que los trabajadores desconvoquen la huelga prevista para los días 20, 22 y 24 de este mes.
Fomento ha decidido poner todo de su parte para propiciar una negociación colectiva después de que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se sumara a PNV y PSOE y pidiera "diálogo y no huelga" y que el Ejecutivo retire el Real Decreto para "dar tiempo a llegar a un acuerdo". "Sería mucho mejor para España que hubiera diálogo y no huelga y Ciudadanos intenta mediar para evitar el choque de trenes", destacó Rivera en rueda de prensa en el Congreso. "Si el Gobierno quiere conseguir apoyo tiene que oír al Parlamento. Nos consta que el PNV está como nosotros, puede negociar, y que el PSOE, de momento, está de perfil. Queremos una negociación colectiva", matizan fuentes del partido naranja, que es principal apoyo del Gobierno en el Parlamento. No en vano, el decreto de la estiba tiene que ser aprobado en las cortes para entrar en vigor.
En esta línea, Susana Díaz, presidenta de Andalucía, mostró públicamente su apoyo al colectivo y apeló a una negociación a tres partes para lograr una solución dialogada mientras, fuentes socialistas del congreso aseguran que la pelota está en el tejado del gobierno y que debe negociar para lograr una ley pactada antes de llevarla a Congreso de los Diputados. Por su parte, Unidos Podemos se ha mostrado contrario al Real Decreto y ha pedido al resto de los partidos que muestren su apoyo a los estibadores y rechacen la reforma promovida por el Ejecutivo a instancias de la Comisión Europea.
Inquietud en los puertos
En cuanto al mundo portuario, el Puerto de Barcelona ha manifestado su preocupación por la situación generada y lamenta que se haya llegado a este punto "sin profundizar en el diálogo y en la negociación". Sin embargo, el Puerto es consciente de que es necesario introducir cambios en el modelo de la estiba para dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal de Justicia.
En esta línea, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, abogó por la negociación entre las partes implicadas, para llegar a un acuerdo antes del 20 de febrero. "Siempre es mejor el diálogo que la imposición". En Valencia se han quejado de paros encubiertos ya que ha habido una asamblea que ha parados las labores de carga y descarga durante tres horas.
Las críticas de la patronal
A pesar de la mano tendida del Ejecutivo, el sindicato mayoritario Coordinadora no ha dado una respuesta. Al cierre de esta edición, fuentes sindicales dijeron que estaban pendientes de reunirse para tomar una decisión. Por su parte, la patronal Anesco mostró su disposición a negociar y solicitó la intervención del ministerio de Empleo para que el diálogo fuera exitoso. Las posiciones de patronal y trabajadores están alejadas ya que han pedido eliminar el periodo transitorio de tres años para adaptar la nueva legislación, que los trabajadores ven insuficiente. A su vez, ha mostrado su inquietud por la situación de desigualdad competitiva en la que quedarán los actuales operadores en relación a los que se establezcan a partir de la entrada en vigor.
Por su parte, el Ejecutivo ha señalado los puntos que se pueden negociar y ha insistido en la ilegalidad de crear un registro nacional de trabajadores. "En el campo de la negociación colectiva se pueden negociar las principales cuestiones que plantean los sindicatos, como la subrogación de los trabajadores, la experiencia y las prácticas, materias propias de los convenios colectivos", explicó el Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado, que se mostró dispuesto a mediar en las negociaciones.