
La eléctrica intentó una compra directa al fondo estadounidense que ha optado por subastarla. BBVA y Citi cifran la valoración de la empresa entre 1.600 millones y 2.000 millones de euros.
Endesa y varios fondos de capital privado se han mostrado interesados en el proceso de venta que acaba de iniciar Cerberus para desprenderse de Renovalia, tal y como adelantó elEconomista. El fondo decidió abrir una puja hace tres semanas después de haber mantenido conversaciones con Endesa -que se interesó por esta cartera de activos- para lograr el mejor precio posible.
La entidad decidió contratar a Citi y BBVA hace un par de semanas para que comenzaran la operación y ambos han realizado una primera valoración de la compañía que fija una horquilla de precios que va desde los 1.600 millones a los que estarían más cercanas las eléctricas tradicionales a los 2.000 millones de euros que podrían llegar a poner los fondos aprovechando los elevados niveles de liquidez que existen en este momento en el mercado en el área de infraestructuras y energía.
José Luis Marín, ex director general de Endesa, asumió la gestión del negocio eólico de Cerberus tras la compra, lo que permitía un nivel de interlocución muy alto entre ambas empresas.
La operación, además, tendría todo un encaje positivo para la eléctrica española, que se ha mostrado fuertemente dispuesta a aumentar su presencia en el negocio de las energías verdes pero la falta de acuerdo en precio en las negociaciones previas que realizaron ha hecho que Cerberus lance un proceso competitivo para no cerrar las puertas a otros posibles compradores.
Endesa se hizo recientemente con los activos que Enel Green Power tenía en España y ha dejado bien claro dentro de su plan estratégico que estudiará todas las opciones de venta de renovables que puedan surgir en España.
Gas Natural, sin interés
Gas Natural, por su parte, también quiere incrementar su peso en esta área de negocio, pero por el momento no ha realizado ningún acercamiento a esta operación. La compañía compró Gecal para aumentar el peso de sus renovables y participó también en el proceso de venta de T-Solar que finalmente acabó en manos de I-Squared.
Según pudo saber este diario, la compañía no ha realizado ningun acercamiento a la operación, ni ha recibido tampoco el ofrecimiento.
Renovalia contaba con más de 600 MW operativos y en construcción, divididos entre diez parques eólicos, seis parques solares fotovoltaicos y una planta termosolar. cuando se vendió a Cerberus. Poco a poco, el fondo de inversión estadounidense se ha encargado de hacer crecer el portafolio a través de diferentes compras. De hecho, la firma no descarta realizar alguna adquisición durante el proceso de venta, tal y como han explicado fuentes del mercado a este diario.
Primero compró cuatro parques eólicos -Sierra Sesnandez, Magaz, Loma del Capón y Cova da Serpe- que sumaban una potencia conjunta de 104 MW por 193,97 millones de euros. Poco después, se hizo también con otras dos instalaciones eólicas con 100 MW de potencia.
Además, Cerberus también ha querido potenciar la rama de energía fotovoltaica y el pasado mes de octubre compró los activos fotovoltaicos que el grupo británico Prudential tenía en España a través de Infracapital Partners, en una operación valorada en 156,85 millones de euros, tal y como adelantó elEconomista hace unos meses.
La capacidad instalada total de la compañía es de 844MW, cumplimentada con servicios de gestion y operación y mantenimiento para instalaciones propias como para terceros así como una amplia cartera de proyectos. Renovalia tiene en la actualidad presencia y activos además de en España, en México, Canadá, Chile, Hungría e Italia.
Segunda vuelta
Con todos estos movimientos, Cerberus vuelve a convertirse en el primer fondo en arrancar una operación en el negocio de las renovables. La entidad ha apostado por rotar su cartera, apenas un año después de cerrar la compra y abre la puerta a que se inicie una segunda vuelta de venta de activos en la que podrían aparecer de nuevo Gestamp Wind que no llegó a acuerdos porque el precio era inferior al que reclamaba la familia Riberas.
La operación se produce, además, antes de que el Gobierno tome una decisión sobre la retribución de las energías renovables a partir de 2019. El sector reclama una retribución fija frente a las revisiones que se hacen cada seis años para poder financiar las nuevas inversiones que salgan de la subasta de renovables.