Empresas y finanzas

El gran 'cerebro' logístico de Coca-Cola en Madrid queda pendiente del Supremo

  • El día 18 decidirá si avala la reincorporación de la plantilla
Foto: Reuters.

La antigua fábrica de Coca-Cola en en Fuenlabrada se ha convertido en un gran cerebro logístico. European Partners, la nueva embotelladora de la compañía, ha transformado las instalaciones de la localidad madrileña en un macrocentro de distribución e innovación, desde el que da servicio no sólo a la zona centro, sino a todas sus fábricas en España, reincorporando a sus 170 trabajadores después de que la Audiencia Nacional declarara nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto en marcha hace tres años.

Sin embargo, y aunque en octubre de 2015 los jueces de la Sala de lo Social dieron ya el visto bueno al cumplimiento de la sentencia, avalando tanto la transformación del centro como la vuelta al trabajo de la plantilla, su implantación está ahora en manos del Tribunal Supremo. Tras un recurso presentado por el comité de empresa de la planta, el Alto Tribunal debe decidir el próximo 18 de enero si la reincorporación se ha hecho de forma adecuada o la compañía debe reabrir la fábrica otra vez como centro de producción.

Probable aprobación

La empresa confía en su aprobación, teniendo en cuenta que la sentencia de la Audiencia fue ya tajante al asegurar que la reincorporación se había hecho de forma "regular", dando "un cumplimiento milimétrico" a la sentencia previa que declaraba nulo el ERE, "contra todo pronóstico y en contradicción con su modelo organizativo". Todo ello, además, "con una manifiesta voluntad de concluir pacíficamente el conflicto".

Expertos jurídicos consultados por elEconomista consideran, de hecho, poco probable que el Supremo vaya a dictaminar ahora en contra, obligando a Coca-Cola a dar un trabajo determinado a sus empleados, cuando las condiciones laborales siguen siendo las mismas y se ha respetado todo lo firmado.

Tras la sentencia se cerraría así el proceso abierto en enero de 2014, cuando Coca-Cola Iberian Parnters, fusionada hoy en una nueva embotelladora europea, anunció una reestructuración de empleo que afectaría a más de 821 trabajadores y que supondría el cierre de cuatro plantas: la de Alicante, la de Colloto (Asturias), la de Palma de Mallorca y la de Fuenlabrada. La compañía implantó entonces un modelo de producción circular y se quedó con ocho fábricas en la Península Ibérica: en La Coruña, Bilbao, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla, Tacoronte (Tenerife) y Lisboa.

Ha sido en el último año cuando la fábrica de Madrid se ha transformado en el actual COIL de Fuenlabrada, el Centro de Operaciones Industriales y Logísticas. La empresa ha invertido un total de 3 millones de euros y, según explica Fernando Morales, gerente de la cadena de suministro de Coca-Cola European Partners en la zona centro, "para su apertura se han llevado a cabo importantes tareas de acondicionamiento, con el objetivo de desarrollar una organización del trabajo que permita alcanzar su plena operatividad y mayor eficiencia".

El COIL proporciona diferentes servicios logísticos en distintas etapas del proceso de producción. "Como soporte a la red de fábricas, realizamos los servicios de encajonado y clasificado de las botellas de vidrio que llegan de la hostelería, además del almacenamiento del producto terminado", dice Morales. El centro tiene capacidad de clasificación para cuatro millones de cajas anuales de vidrio retornable y para el encajonado de 600.000 de vidrio nuevo.

Eso, al margen, del almacenamiento de entre 3.000 y 8.000 palets más de envases asépticos, latas pequeñas y bebidas energéticas Burn. Gestiona, asimismo, los repuestos, con el 30% de las compras centralizadas, y el centro sirve para la innovación y pruebas de maquinaria y desarrollo logístico. Ahora, tras varias semanas de huelga, sólo falta que pueda estar plenamente operativo.

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